REDACCION | Miércoles 06 de mayo de 2020
La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) critica las instrucciones de la Consejería de Educación sobre la adaptación de la evaluación, promoción y titulación ante la situación de crisis ocasionada por el COVID-19, publicadas hoy en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM), por contravenir la legalidad vigente que marca un número máximo de materias suspensas para poder promocionar y titular.
Esta instrucción no hace sino aumentar el trabajo burocrático de los docentes, a los que ahora se les ordena realizar un informe individual, además de que se minusvalora su trabajo y dedicación: la orden es clara, casi amenazante, al aludir a que la no promoción o no titulación de un alumno debe estar “sólidamente argumentada”. CSIF pregunta a la titular de Educación, Rosa Ana Rodríguez, si es que hasta ahora los docentes no argumentaban sólidamente la no promoción o no titulación de un alumno.
A ello se suma que dicho documento se ha hecho, como la gran mayoría de actuaciones de esta Consejería, de espaldas a los sindicatos, ignorando su legitimidad como representantes del profesorado. El presidente del Sector de Educación de CSIF Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, señala que “se está menospreciando a los docentes de la región, los cuales además se sienten abandonados al no contar con parámetros claros, no se ha dicho nada oficialmente sobre el regreso presencial a las clases y están a la espera de cómo proceder con claridad”.
CSIF critica que esta instrucción tampoco contempla criterios objetivos para la evaluación del tercer trimestre y la finalización del curso y cargue toda la responsabilidad al profesorado, aumentando la presión social hacia ellos. Insultos, hostigamiento y amenazas es lo que están sufriendo muchos docentes de Castilla-La Mancha por parte de las familias y alumnos en referencia al aprobado general, y este documento agrava la situación. Estas situaciones CSIF las aborda a través de CSIF Ayuda profes y la Oficina en Defensa del Empleado Público de Castilla-La Mancha (ODEP).
A la Administración le debería preocupar el absentismo académico de muchos alumnos, que al oír y leer por boca de la ministra y de la Consejera de Educación de Castilla-La Mancha que sólo se va a tener en cuenta la nota de la primera y de la segunda evaluación para obtener la nota final, han dejado de estudiar o no han entregado ni un solo trabajo o actividad de las propuestas por el profesorado desde el 13 de marzo.
Desde CSIF, hemos advertido de que la crisis por el coronavirus va a agravar los problemas de la Educación, y lo estamos comprobando: aparecen medidas sin contar con los sindicatos, que menosprecian la labor docente, que producen agravios comparativos entre el alumnado, y que son sólo parches porque el único objetivo es llegar “sanos y salvos” al 30 de junio, y luego en septiembre volver a improvisar porque nadie sabe a qué atenerse.
Por último, en una situación excepcional, la Consejería debería haber movido ficha para conocer el estado de sus casi 29.000 trabajadores y preguntar por su salud laboral. En situaciones de teletrabajo no se distingue entre jornada laboral y tiempo libre, lo que provoca que los docentes pueden llegar a convertirse en “esclavos del trabajo” para mantener la enseñanza pública: hay docentes que dedican 14 horas diarias al trabajo relacionado con la educación, otros dan clase por videoconferencias en horarios fuera de su período lectivo estipulado.
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