OPINIÓN

Carta semanal del obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara : La vida se hace historia

Miércoles 20 de mayo de 2020
El domingo, 24 de mayo, Solemnidad de la Ascensión del Señor, la Iglesia celebra también la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales. En medio del dolor y del sufrimiento por los efectos devastadores de la pandemia provocada por el Covid 19, tenemos motivos para dar gracias a Dios por quienes, a través de los medios de comunicación social, nos han narrado una etapa de nuestra historia que, permanecerá muy presente en nuestra mente y en nuestro corazón durante los años venideros.

Los largos días de confinamiento en nuestros hogares, para evitar la propagación del virus, hubieran sido mucho más duros y difíciles de afrontar sin la dedicación, sacrificio y esfuerzo de quienes nos han acompañado a través de los distintos medios de comunicación para manteneros informados de la realidad del mundo y para poner, en medio del dolor, buenas dosis de humor y de esperanza.

En estos momentos, muchas personas, al pensar en la realidad familiar, en la educación de los hijos, en la convivencia social y en los problemas laborales, tocan la oscuridad y experimentan la incertidumbre. Para hacer frente a la nueva realidad, todos tendremos que aportar lo mejor de nosotros mismos. Quienes trabajáis en los medios de comunicación, tenéis la hermosa misión de invitarnos a la esperanza y de animarnos a la práctica de la solidaridad, para construir juntos un mundo nuevo desde la sencillez.

El papa Francisco, en el mensaje con ocasión de la Jornada de las Comunicaciones Sociales, os invita a los comunicadores a “crear relatos bellos, verdaderos y buenos”, rechazando los relatos que son falsos y malvados. Esta invitación del Papa, aunque está dirigida a los comunicadores sociales, nos viene muy bien a todos pues nos invita a buscar siempre la verdad. Dice el Papa: “Recapitulando información no contrastada, repitiendo discursos triviales y falsamente persuasivos, hostigando con proclamas de odio, no se teje la historia humana, sino que se despoja al hombre de la dignidad”.

En el presente y en el futuro, todos deberíamos huir de aquellas narraciones o comentarios destructivos que, en vez de animar a vivir la fraternidad, producen enfrentamiento y división social. “A menudo –prosigue el Papa– en los telares de la comunicación, en lugar de relatos constructivos, que son aglutinante de los lazos sociales y del tejido cultural, se fabrican historias destructivas y provocadoras, que desgastan y rompen los hilos frágiles de la convivencia”.

Que el Señor nos ayude a descubrir que todos hemos de vivir nuestra pequeña historia en este mundo, desde la experiencia de que el Resucitado camina con nosotros y desde la esperanza cierta de encontrarnos un día con Él cara a cara para participar en plenitud de su eternidad.

Con mi sincero afecto y bendición, feliz día del Señor.

Atilano Rodríguez, Obispo de Sigüenza-Guadalajara


Noticias relacionadas