REDACCION | Lunes 15 de junio de 2020
El sector de Enseñanza de la Federación de Servicios Públicos de UGT CLM considera peligroso que finalmente no se vaya a reducir el número de alumnos por aula en las enseñanzas no universitarias el próximo curso 2020/21 como medida de contención de la COVID-19 y de identificación de posibles rebrotes.
Tras conocer la propuesta de la Consejería de Educación para la vuelta presencial a las aulas y las directrices de la Conferencia Sectorial de la semana pasada, el responsable del sector en FeSP UGT CLM, Manuel Amigo, critica que se esté “fiando” la actividad presencial del próximo curso escolar a que no haya rebrotes, ya que los planes de contingencia de cada centro educativo no son suficientes sin otras medidas de acompañamiento. “Valoramos la vuelta a la actividad presencial de todo el alumnado, pero se está confiando en que la actual situación sanitaria sea ya la definitiva durante todo el curso y no se están tomando las medidas necesarias para una vuelta estable y segura”, afirma.
Para UGT esta vuelta segura requiere, de manera fundamental, de reducir el número de alumnos por aula y de que estas agrupaciones no interactúen con el resto del centro, algo que había propuesto el Ministerio de Educación en anteriores semanas pero a lo que ahora renuncia. “El Ministerio de Educación estableció la recomendación hace semanas de rebajar el máximo número de alumnos por aula a 15; hace unos días aumentó a 20 ese número y después de la Conferencia Sectorial del jueves, ante la postura de las comunidades autónomas de no poder afrontar la medida con sus presupuestos, llegaron al acuerdo de no tener que rebajarlo”, explica Amigo.
El sindicato considera peligroso este cambio porque “supone comenzar el curso que viene prácticamente en las mismas condiciones que el anterior” y pide a la Consejería de Educación de CLM fondos extraordinarios para acompañar los planes de contingencia de cada centro de las mejoras necesarias. “Hay que contemplar un aumento del profesorado para cubrir las nuevas necesidades organizativas y educativas, de manera que se puedan aislar posibles rebrotes y evitar a toda costa que todos los alumnos acaben otra vez fuera de los centros y corramos el peligro de aumentar la brecha digital y las desigualdades entre alumnos”, defiende Amigo.
Todo ello sin olvidar las medidas sanitarias de higiene de las que debe disponer y cumplir cualquier centro y diseñando mejoras en las tecnologías y las infraestructuras docentes para todos los escenarios sanitarios posibles. “No podemos olvidar que nuestra región es de las que menos dinero gasta porcentualmente en su sistema educativo, nuestras alumnas y alumnos no se pueden quedar rezagados respecto a los de otras CCAA”.
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