REDACCION | Lunes 10 de agosto de 2020
Desgraciadamente, este año no podrá ser. El deseo de AstroGuada era organizar una convocatoria pública y multitudinaria para observar las Perseidas 2020, que esta semana alcanzarán el máximo de intensidad.
Pero la responsabilidad y la proliferación y riesgo de rebrotes debido a esta pandemia obligan a posponer esa cita para otra ocasión. “Somos conscientes de las expectativas que genera este evento astronómico cada año y de las ganas de asistir y participar de forma colectiva, por eso invitamos a los aficionados y curiosos a esta ciencia de la provincia de Guadalajara, que ya son legión, a disfrutar de esta popular lluvia de estrellas en familia y con seguridad”, aconseja Antonio García-Blanco, presidente de la Asociación Astronómica de Guadalajara. Que recomienda buscar un cielo lo más oscuro posible cualquier día de esta semana, “nuestra provincia está plagado de ellos”, y recuerda que en esta época del año anochece muy tarde, “por lo que lo mejor es salir al campo a partir de las once de la noche”.
Entre el 17 de julio y el 24 de agosto, la Tierra cruza en su trayectoria orbital el rastro dejado por el cometa 190P/Swift Tuttle que, en su última aproximación al Sol en 1992, dejó una estela de miles de kilómetros de longitud en forma de restos de polvo y diminutas partículas. La noche del 12 al 13 de agosto nuestro planeta atraviesa la zona más densa de esa huella y se produce una precipitación masiva de meteoros conocidos como Perseidas o ‘lágrimas de San Lorenzo’.
“El capricho de las interacciones gravitatorias que atraparon a Swift Tuttle en una órbita ‘cercana’ al Sol y a la Tierra está en el origen de este espectacular fenómeno”, explica García-Blanco. El tamaño de estas partículas es equivalente a un grano de arena o arroz o la cabeza de un alfiler que, al penetrar en la atmósfera terrestre a más de 200.000 km/h, se desintegran al alcanzar una temperatura de casi 7.000º C por la fricción con el aire y provocan ese típico destello luminoso que dura una fracción de segundo a unos 100 kilómetros de altitud sobre nuestras cabezas.
¿Y hacia qué dirección del cielo hay que dirigir la mirada? Las Perseidas pueden hacer acto de presencia por cualquier parte, aunque si reciben ese nombre es por algo. El radiante es la zona de la que parecen partir los meteoros y, en este caso, ese punto se localiza en la constelación de Perseo que en esta época del año se sitúa en el NNE. “Estas estrellas fugaces pueden aparecer por cualquier sitio, aunque lo recomendable es mirar hacia el norte y noreste; si bien a primera hora de la noche el radiante estará bajo sobre el horizonte, conforme transcurra la noche se irá elevando”, apunta el presidente de AstroGuada. Para contemplar esta lluvia de estrellas no hacen falta ni telescopios ni prismáticos, solo nuestros ojos al descubierto. “Se trata de conseguir que nuestra visual abarque la mayor amplitud de cielo y, sobre todo, no tener ningún obstáculo alrededor que reduzca ese campo de visión”, explica García-Blanco. Y la mejor manera de contemplar este espectáculo es tumbado sobre una manta, hamaca, tumbona o similar.
Con un diámetro de casi 10 kilómetros, al año siguiente del último paso del cometa Swift Tuttle se llegaron a contabilizar más de 400 meteoros a la hora. En la noche de este miércoles al jueves es posible que se alcance una densidad de entre cien y 120 meteoros por hora, aunque este número puede inducir a engaño. “Este cálculo se refiere a la totalidad de estrellas fugaces que se precipitan durante una hora a la Tierra, pero es imposible que una persona pueda divisar el firmamento durante ese tiempo con la única ayuda de su vista”, advierte el presidente de AstroGuada. Este año, los expertos denotan que la primera parte de la noche será el momento idóneo para recrearse en la observación de las Perseidas, ya que una luna en fase menguante asomará de madrugada para dificultar la visión. Esa noche y a diferentes horas también serán visibles a simple vista los planetas Marte, Júpiter y Saturno, así como las estrellas Vega en la Lira, Altair en el Águila y Deneb en el Cisne que forman el asterismo conocido como ‘triángulo del verano’.
¿Y cuáles son las recomendaciones para una velada perfecta en compañía de las Perseidas? Pues ahí van unas cuantas. Un paraje oscuro donde asistir con garantías a este espectáculo es aquel en el que se vea con nitidez la Vía Láctea a media noche. No se os ocurra cargar con material óptico y, si lo hacéis, el mejor aliado es una cámara fotográfica equipada con un intervalómetro o control remoto, que permita realizar un time-lapse o con conexión a un ordenador. “Con exposiciones de 30 segundos, una apertura focal lo más corta posible, apuntando hacia la vertical, enfocando en modo manual hacia el infinito y mucha paciencia, será posible capturar meteoros que habrán escapado a tus ojos”, explica el presidente de la Agrupación Astronómica de Guadalajara. Si decides cenar a la luz de las estrellas hazlo sin linterna y, si no te queda más remedio, el mal menor es que emita luz roja. “No se os ocurra buscar los meteoros como descosidos, ellos te buscarán a ti, y comparte con los que te acompañen historias sobre el cielo o pídeles que te las cuenten”, sugiere Antonio García-Blanco.
Con más de medio centenar de socios, AstroGuada recomienda observar este año las ‘lágrimas de San Lorenzo’ en familia, al aire libre y manteniendo la distancia de seguridad. “Aunque nuestra provincia es muy grande y dispone de multitud de rincones con cielos oscuros para disfrutar de este espectáculo con garantías, no dudes en buscar otro emplazamiento si el que has elegido está ocupado por demasiada gente”, concluye el máximo responsable de esta asociación. Que avisa que, si la noche del miércoles 12 al jueves 13 se cubren los cielos de nubes, “salir al campo a ver las Perseidas será en balde”.
TEMAS RELACIONADOS:
Noticias relacionadas