REDACCION | Miércoles 19 de agosto de 2020
Todos los años el obispo de la diócesis celebra la misa de la Asunción de María, 15 de agosto, en la catedral de Sigüenza, de la que es titular el misterio de Asunción, al igual que lo es de la diócesis. El horario y el lugar habituales son las 12 horas y la capilla mayor.
Así fue también este año, singular y difícil año en medio de la pandemia y con el templo al 75% de su aforo. Y singular y especial por el hecho de que el 15 de agosto de 1970 fue ordenado sacerdote el actual obispo, don Atilano Rodríguez Martínez. Y, aunque no estaban previstos, en razón del coronavirus, actos especiales, la celebración sí tuvo, dentro de la austeridad que demanda la situación, connotaciones especiales y entrañables, así como la presencia de la alcaldesa de la ciudad y de varios concejales.
Hubo también con un pequeño grupo de sacerdotes, entre ellos algunos estrechos colaboradores de don Atilano y tres trabajadoras de la sede del obispado, un almuerzo, en el Colegio Episcopal de la Sagrada Familia. El vicario general, en nombre de toda la diócesis, hizo entrega al obispo de tres regalos: una casulla verde, en nombre de los sacerdotes; purificadores y ajuar para el altar, en representación de los consagrados; y una cesta de productos alimenticios, en nombre del laicado. También en los postres, intervino, con la recitación de un hermoso poema, el vicario episcopal para la Vida Consagrada.
Dado que en 2021 se cumplirán 25 años de la ordenación episcopal de don Atilano, la celebración diocesana de sus bodas de oro sacerdotales y de sus bodas de plata episcopales está programada para el sábado 19 de junio, en la catedral, en el mismo día de la solemnidad litúrgica del ya 852 aniversario de su consagración o dedicación litúrgica.
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