Si algo tienen en común los apostadores y los inversionistas, es su deseo de ganar dinero.
A pesar de que son actividades de distinta naturaleza, en el proceso de selección y colocación de apuestas e inversiones existen ciertas similitudes interesantes.
La industria de los juegos de azar por muchos años ha sido vista como una actividad de ocio. Sin embargo, ¿sabías que algunos inversionistas de Wall Street son asiduos jugadores de póker?
A los inversionistas, al igual que a los jugadores profesionales, no les gusta perder más de lo que pueden ganar o más de lo que han invertido.
Por otro lado, está comprobado que quienes realizan apuestas deportivas, tienen menos probabilidades de dejar el juego mientras sus resultados son negativos que cuando están en una racha ganadora.
Estas, entres otras múltiples similitudes que resaltaremos a lo largo de este artículo, llevan a pensar que los inversores y apostadores tienen mucho que aprender unos de otros.
Las apuestas y las inversiones funcionan mejor cuando se tienen bien definidas las estrategias.
Por ejemplo, es muy frecuente ver en el póker a jugadores que se retiran con rapidez después de haber jugado algunas manos perdedoras.
¿Cuál es la estrategia en este caso?
Se puede ganar dinero sin detenerse, pero en el caso de que surjan pérdidas, los jugadores profesionales solo están dispuestos a perder solo un poco más de lo que han ganado.
Así mismo, los inversionistas tienden a enfocarse más en el número de operaciones que realizan que en las ganancias en si, diversificando sus inversiones en múltiples pequeñas posiciones que minimicen el riesgo de pérdidas elevadas resultante de concentrar su dinero en una sola inversión.
Curiosamente, algunos juegos de mesa son considerados ejercicios y herramientas para aprender sobre economía y finanzas ya que durante las partidas se pueden desarrollar e interiorizar estrategias de gestión de dinero e inversiones.
Los inversionistas tienden a poner su dinero en áreas que conocen bien. Sin embargo, la posibilidad de que estas inversiones puedan salir mal y terminen costándoles una buena parte de su dinero siempre está allí.
Por ello es necesario que existan estrategias bien pensadas que reduzcan la extensión de las pérdidas tomando en cuenta que en el mundo de las apuestas y los juegos de azar, la pérdida es un fenómeno común.
Los jugadores profesionales y experimentados, utilizan sistemas de control de pérdidas tal como lo hacen los inversionistas, que si bien no aseguran el éxito, reducen los daños financieros oportunamente antes de que el costo de los mismos se haga muy grande.
Por otro lado, los jugadores exitosos cometen errores, pero se preparan mentalmente para no llorar sobre las pérdidas recibidas, poniendo su foco en el siguiente juego y en cómo abordarlo para obtener el resultado esperado.
En el caso de los inversionistas, los mismos deberían estar preparados para perder igualmente y el manejo de las emociones es clave, al igual que las estrategias de manejo de riesgos y control de daños.
En este sentido, la similitud entre la disciplina que debe adoptar un inversionista y un apostador es evidente.
Hay una delgada línea entre invertir y apostar.
Ambos, jugadores e inversores, toman riesgos financieros importantes y en ambos casos existe una dinámica entre las probabilidades y las ganancias que se debe tener en cuenta al momento de entrar en acción.
Al comprar un ticket de lotería por $1 se crea la posibilidad de ganar $1 millón de dólares, así como se pueden invertir todos los ahorros de una persona en el mercado de valores con el propósito de obtener beneficios y retornos anuales.
Si miramos este escenario hipotético, existe una probabilidad muy pequeña de ganar ese millón, pero a la vez un riesgo muy bajo asociado al bajo costo de la apuesta.
Por otro lado, invertir en el mercado de valores involucra un alto riesgo, pero puede ser mitigado al tomar múltiples pequeñas posiciones en vez de una sola inversión concentrada.
Podría decirse que la forma en la que una persona juega, puede predecir la manera en la que invierte y vice versa.
La importancia de analizar este tema radica en que se pueden identificar las similitudes en las actitudes al momento de invertir y apostar para analizar como cada persona enfrenta los riesgos, con la finalidad de hacer mejores inversiones.
Los grandes inversionistas se esfuerzan para asegurarse de que hasta las inversiones más agresivas no sean solo apuestas, empleando todas las herramientas a su alcance para medir probabilidades y diseñar modelos que se anticipen a los diversos posibles escenarios.
Las apuestas, los juegos de casino y azar son un campo muy diferente al de las inversiones, pero al mirarlos más de cerca, se podría decir que tienen muchos más aspectos en común de lo que muchos pueden pensar.
Así como los inversionistas trazan estrategias, miden riesgos, y establecen sistemas de control de pérdidas, los jugadores del azar también pueden hacerlo y es en este territorio donde ambas prácticas encuentran áreas comunes en las que pueden aprender una de la otra.