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Vuelve Roberto Verino : "No podemos permitirnos derrochar y deteriorar tejido"

REDACCION | Martes 08 de septiembre de 2020
La nueva colección otoño-invierno 2020-21 de Roberto Verino habla de entusiasmo, emoción por los oficios, felicidad y "racionalidad", valores que se atesoran en una moda lenta, inteligente que busca la funcionalidad y defiende la sostenibilidad.

"Vivimos una realidad que acelera el proceso de ir más despacio", ha explicado este lunes Roberto Verino antes de presentar su nueva colección en la Medialab-Prado con una "performance" que ha alternado el modelaje con la proyección de un video documental en el que se ha establecido un diálogo entre el patronaje tradicional con el patronaje en 3D.

Roberto Verino (Verín, Galicia, 1945), que ha inaugurado la semana de la moda de Madrid, ha reivindicado una moda que "proteja los oficios", que "no disfrace al consumidor" y que sea "de larga duración".

"No podemos permitirnos derrochar y deteriorar tejido", añade este diseñador preocupado por preservar y respetar el planeta que apuesta por tejidos naturales como el algodón, la lana o el cuero para crear sus piezas. "Existe una tendencia la reciclaje de los tejidos, pero defiendo la sostenibilidad racional, que no haya despilfarro".

Desde que creara su primera colección en 1982, Verino intenta seducir los sentidos. "Los armarios inteligentes son también emocionales, atesoran ropa que traen recuerdos bonitos, momentos entrañables que le dan valor", dice este creador que hoy ha mostrado "Racionalismo Orgánico", una colección que "intenta poner en valor la naturaleza con la ciudad".

Su último trabajo se estructura en bloques de color que van desde los caolines blancos, que evolucionan en arenas tostados, arcillas rojizos y terracotas anaranjados, hasta los grises piedra que se sofistican en ébanos y se combinan con rojos o con blancos para elogiar la belleza efímera de las cosas sencillas. "Son colores de la naturaleza que no pasan de moda, siempre está".

Para mujer, se han viso prendas atemporales como vestidos camiseros o prendas de abrigo en tejidos naturales como la doble faz, así como prendas de punto de líneas rectas alargadas que estructuran la silueta, destacando los trajes de chaqueta con aire masculino.

Si los abrigos se presentan cómodos y amplios para mostrar una silueta más relajada, los complementos se muestra prácticos y con carácter atemporal.

En el hombre verino también están presentes las divisiones por bloques de color en las que priman los grises, piedras, azules y tostados; tonos que no pasan de moda y que se imponen en un sastrería con aire más deportivo.

Los estampados de cuadros están presentes en abrigos y trajes de chaqueta combinados con el punto fino o grueso buscando texturas contrastadas.

En definitiva una propuesta concisa que mantiene la esencia de este gallego, para quien lo más importante es el respeto por los oficios y el compromiso ético y responsable con el entorno rural.

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