REDACCION | Lunes 25 de enero de 2021
Como es bien sabido, el 70% de la superficie de España, 370.000 kms² solo cuenta con 6 millones de habitantes. Los otros 41 millones se concentran en Madrid, zonas costeras y algunas ciudades de interior.
A comienzos de año, saltaba la noticia de que Castilla y León, Aragón y Castilla-La Mancha estudian aplicar ventajas fiscales, que podrían ir desde menores cuotas en la Seguridad Social y del tramo autonómico del IRPF, hasta subvenciones directas, para combatir la despoblación en las provincias Teruel, Cuenca y Soria. La razón de incentivar la economía en estas provincias no es otra que los datos de densidad de población, puesto que son las únicas tres provincias que tiene una densidad de población inferior a 12,5 habitantes por km².
Sin embargo, y siguiendo la estela del Manifiesto de Sigüenza contra la despoblación, el alcalde de Cogolludo, Juan Alfonso Fraguas, ha advertido que las particularidades demográficas de la provincia de Guadalajara también deberían ser tenidas en cuenta, puesto que, aunque con los datos del padrón del año 2020 (INE), la densidad de población en Guadalajara es de 21 h/km², “no es menos cierto que en nuestra provincia sucede como en España: de los 261.000 habitantes que tenía en 2020, 211.000 (el 81% del total provincial) se concentran en algo menos de 900 km², mientras que hay otros 11.375 km² de provincia en los que viven tan sólo 50.000 habitantes.
Si se comparan estos datos con los del comienzo del siglo XX, de los 200.000 habitantes que tenía Guadalajara en 1900, la capital y el Corredor del Henares significaban sólo un 10% de ese total. El otro 90% se distribuía uniformemente en el resto de la provincia. Un siglo después, lo que antes era un 10%, ahora es un 81%, Resulta evidente el tremendo desequilibrio en las densidades de población.
Solo el primer cinturón del Corredor del Henares (Guadalajara, Azuqueca, Alovera, Cabanillas, Marchamalo, Villanueva de la Torre, Chiloeches, Pozo de Guadalajara y Quer), con 398 h/km²; el segundo cinturón, con tres ejes: Campiña Baja (El Casar, Torrejón del Rey, Uceda, Galápagos y Valdeaveruelo); Corredor del Henares Medio/A2 (Yunquera de Henares, Fontanar, Tórtola de Henares y Torija); y La Alcarria más cercana a Guadalajara (Pioz, Yebes y Horche) superan la densidad de los 85 habitantes por km². La media de España está en 93 h/km². En el resto de la provincia, cuenta con una densidad de 4,45 h/km², es decir, un desierto demográfico, con una densidad de población similar a la de zonas como Laponia, ya en el círculo polar ártico, agravado con unas perspectivas muy desalentadoras debido a la masculinización y al gran envejecimiento de la población. Y obviamente, muy por debajo de la densidad de población de provincias como Cuenca, Soria o Teruel, que reclaman “con toda justicia, sin lugar a dudas”, valora Fraguas, beneficios fiscales, entre otras cosas. “Aunque no sería menos justo que también los recibiera la Guadalajara Rural, evitando así agravios comparativos entre zonas limítrofes con idénticos problemas, como Sigüenza y Medinaceli, Atienza y Almazán, Sacedón y Huete, o Molina de Aragón frente a Monreal del Campo”, añade el regidor cogolludense.
Con los datos en la mano, Fraguas advierte que, al igual que estas tres provincias, buena parte de la provincia de Guadalajara también debería formar parte de la reclamación para que Bruselas conceda el estatus de 'Zonas de Muy Baja Densidad' (8 h/km²). Con ello, también buena parte de Guadalajara, al igual que Soria Cuenca y Teruel podrían beneficiarse, por ejemplo, de una reducción de hasta el 20% de las cuotas de la Seguridad Social, o de una mayor cuantía en las ayudas de compensación a las actividades económicas para el periodo 2021-2027.
En este sentido, conviene recordar que, en noviembre pasado, los tres presidentes autonómicos (CLM, CYL y Aragón) solicitaron a Margrethe Vestager, vicepresidenta europea y comisaria de Competencia, fusionar en un único régimen jurídico las zonas poco pobladas 12,5 h/km² con las de muy baja densidad 8 h/km², puesto que los problemas que les afectan son prácticamente los mismos.
Las expectativas son positivas y más después de que la UE modificase a mediados de diciembre el reglamento del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) para los próximos siete años. En su nueva redacción se priorizan los fondos destinados a combatir la despoblación en las provincias con una densidad de población igual o menor a 12,5 h/km² pero también en zonas concretas que hayan sufrido una merma de habitantes anual sostenida en el tiempo de al menos el 1% entre 2007 y 2017.
La villa Serrana de Cogolludo es un buen ejemplo de ambas consideraciones, puesto que entre los años 2007 y 2017 había perdido el 25% de su población, siendo su densidad actual de 5,40 h/km². Como también lo es toda la Guadalajara Rural.
En resumen, mientras casi todas las poblaciones cercanas al Corredor del Henares registran sus máximos históricos de habitantes, como es el caso de Azuqueca, Cabanillas, Guadalajara o Quer, en la otra Guadalajara ocurre justo lo contrario, registrado sus mínimos históricos. “Desde que tenemos referencias de la población en Cogolludo (siglo XV), no se registra una población tan baja”, afirma Fraguas.
Por todas estas razonas, el alcalde de Cogolludo recuerda que muchas de estas cuestiones, que ahora están sobre la mesa de una manera efectiva, forman parte de las reivindicaciones del Manifiesto de Sigüenza. “Ya entonces hablamos de cuestiones como que, ante un suministro rural, las compañías deben cobrar un recibo rural en luz y telecomunicaciones, de un complemento económico del 25% para funcionarios que trabajen en el medio rural, de una reducción de la fiscalidad tanto para el trabajador como para la empresa, debido al más alto coste que supone la producción en la zona rural, entre otras razones por el encarecimiento del transporte de materias primas, así como la salida de productos una vez fabricados o elaborados”, termina el regidor.
TEMAS RELACIONADOS:
Noticias relacionadas