REDACCION | Domingo 31 de enero de 2021
El Alba no solo recoge frutos de lo que siembra con su trabajo, sino que demuestra estar bien plantado. Tres triunfos consecutivos. 9 puntos en 8 días. Tres partidos a domicilio sellados con victoria. 13 puntos de los últimos 15 en juego.Todo un mes, el primero del año, sin conocer la derrota. Los datos hablan y reflejan que el Albacete Balompié no solo está en un buen momento si no que está traduciendo de forma notoria su constante trabajo en la Ciudad Deportiva.
Después de imponerse en Miranda de Ebro y Alcorcón, Menéndez y los suyos encaraban un reto de aúpa a domicilio: ganar por primera vez en el Nuevo Carlos Tartiere. Hasta hoy, el cuadro manchego había visitado en 8 ocasiones en feudo oviedista, cosechando tres empates y cinco derrotas. Hoy la historia fue bien distinta. Los nuestros vencieron, convencieron y dejaron su portería a cero.
La primera parte fue densa y sin numerosas ocasiones peligro. El primer acercamiento de los nuestros fue de forma lateral con un centro de Jiménez que desvió Femenías cuando Fuster se acercaba por el palo opuesto. Poco después, Zozulia concluyó una jugada de los visitantes con un buen disparo a puerta pero lo detuvo el meta local. Poco ocurrió después. El Real Oviedo asomó por las inmediaciones de Tomeu, pero sin concretar en una ocasión certera.
La segunda mitad se desarrolló en su inicio sin sobresaltos y con juego trabado. Las aproximaciones de ambos equipos eran quebradas por unas zagas que no permitían sustos en sus respectivas áreas. Pero todo cambió en el minuto 57. El Albacete botó un córner a su favor y ahí emergió Zozulia. El ’10’ se impuso en el aire y conectó un cabezazo que giró de forma rotunda para adelantar a los nuestros.
Esa acción supuso que los banquillos se agitasen y entrasen hombres de refresco. El Real Oviedo metió pólvora para el empate y Menéndez también movió ficha, una de ellas por la lesión de Isaac. El cuadro blanco se mantuvo estoico ante las acometidas asturianas y otras desventuras que les surgieron, como hizo el propio Nadal que, pese a notarse con molestias, aguantó con la entereza que le caracteriza.
El partido se cerró sin goles merced a un nuevo ejercicio de resiliencia del Albacete Balompié, que con 24 puntos y en puestos de permanencia, ve la vida de otro color.
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