Miércoles 03 de febrero de 2021
Soy una de esas madres de un alumno/a de la Escuela Municipal de Idiomas (EMIA) que lleva alrededor de ocho meses trasladándole una queja al Gobierno municipal, concretamente a la Concejala de Educación Global, Susana Santiago y aún hoy a pesar del tiempo transcurrido no he recibido respuesta coherente ni convincente por su parte.
Siempre he creído que los Ayuntamiento son la administración más cercana a los ciudadanos, ante la que los vecinos podemos plantear todas nuestras demandas, de un modo ágil, eficaz y eficiente. Sin embargo, me he dado cuenta por este tema en concreto y por algún otro que se me ha planteado con el Señor José Luis Blanco, que en este Ayuntamiento no funcionan así. La norma establecida ante las posibles dudas o problemas que podamos plantear los vecinos es la de “la callada por respuesta” o “declinar la tarea a otro/a para no vernos la cara a los ciudadanos”.
Como comentaba antes llevo meses intentando que la Señora Santiago de explicaciones convincentes de una vez sobre lo que ha sucedido con la cuantía que nos debían devolver como usuarios de la Escuela Municipal de Idiomas, por el tiempo que no se recibieron las clases durante el primer estado de alarma.
En la información que publica la página web del Ayuntamiento respecto a la EMIA (Escuela Municipal de Idiomas) se dice expresamente lo siguiente: el precio por dos horas a la semana de clase es, en todos los casos, de 136 euros, repartidos en dos plazos. Teniendo en cuenta que en tres meses y medio no se recibieron clases (mitad de marzo, abril, mayo y junio), la devolución que se debía realizar era de 52,89 euros y no de 31,38 euros que se nos devolvió.
La Concejala dice que de esos 136 euros, 47 euros son en concepto de matrícula o puesta en marcha del curso y que por ese motivo no se pueden devolver, pero de lo que no se ha dado cuenta es de que las cuentas no cuadran porque la diferencia entre 52,89 (que deberían haber devuelto) y 31,38 (que es lo que verdaderamente han devuelto) son 21,51 euros y no 47 euros. Si se incurre en contradicciones es cuanto menos para ponerse a pensar y pedir explicaciones ¿no?. De todas formas, si esto fuera como ella dice ¿por qué eso no aparece especificado en la hoja de matriculación y en el portal web municipal?. Es una información que como usuarios deberíamos conocer ¿no creen?.
Para que la Concejala pueda hacer semejante afirmación, primero, debería al menos atender las llamadas, correos electrónicos, mensajes de whatsapp y quejas por escrito que se le han planteado, aunque fuese sólo por respeto y educación porque como no la interesa no contesta, y en segundo lugar, debería presentar la documentación correspondiente en la que se indique expresamente que 47 euros van destinados a la puesta en marcha del curso o son en concepto de matriculación, para demostrar que eso es así y que el resto estamos equivocados. Si no lo hace, deberíamos dar un paso más porque como usuarios del servicio hemos sido engañados.
Y sinceramente creo que la señora Santiago debería de dar la cara como cargo público que es y responder porque es su obligación. Ha sido elegida para servir al conjunto de la ciudadanía y no a los que la interesan porque no la ponen en evidencia. Si tanto esfuerzo le supone contestar a sus vecinos y demostrar lo que le estamos solicitando debería seriamente plantearse su dimisión.
María Sonia García García
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