GUADALAJARA

La Profesión Médica de Guadalajara expresa su inquietud ante los recortes en la Sanidad castellano-manchega

Estiman que las administraciones deberían consultarles y tener en cuenta su opinión antes de tomar decisiones

REDACCION | Miércoles 22 de octubre de 2014
El presidente del Colegio de Médicos de Guadalajara, Ramón Ochoa Mejías ha alzado la voz para expresar la opinión de la Profesión Médica de Guadalajara respecto a la Ley 1/2012, de 21 de Febrero, de Medidas Complementarias para la aplicación del Plan de Garantías y Servicios Sociales, que supone una bajada de sueldo de los facultativos y un aumento de horas de trabajo. Ochoa ha asegurado que los colegios castellano-manchegos, articulados en el Consejo Autonómico de Colegios Médicos, tendieron la mano al nuevo gobierno para afrontar la difícil situación económica “Las autoridades sanitarias no se pusieron en contacto con nosotros, por lo que fuimos nosotros los que solicitamos reuniones con los responsables de Sanidad, que sin embargo no nos atendieron. El gobierno ha elaborado esta ley sin consultar con los Colegios, que somos los verdaderos representantes de los médicos, por lo que nos sentimos ninguneados e indignados”, asegura Ramón Ochoa, quien ha sentenciado: “En este último año no ha empeorado la sanidad castellano-manchega, pero tengo claro que lo hará si no se continúa por la vía del diálogo”. SIGUE



El presidente ha resaltado que “el Colegio de Guadalajara representa a todos los médicos de la provincia, sin importar el color político. No queremos colocarnos en un bando ni en el contrario. Lo importante es velar por la honorabilidad del médico y la calidad de la asistencia a los pacientes”.

En primer lugar, el Colegio de Guadalajara ha establecido una serie de consideraciones:
•Deben solicitarnos información, puesto que somos los que entendemos cómo funciona la sanidad
•Deben devolvernos la información para que seamos portavoces de las novedades de cara a los usuarios y los colegiados
•Deben saber que el médico conoce cómo ahorrar

Lo primordial es asegurar una buena atención y que los recortes repercutan en la menor medida posible en los médicos, y que sean los propios profesionales los que intervengan en decidir cuál es la mejor manera de ahorrar






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