El concejal por el grupo municipalista Aike- A Guadalajara hay que quererla- ha manifestado que es un día aciago para la ciudad de Guadalajara. Ha querido explicar después de que se haya aprobado por parte del equipo de gobierno en Junta de Gobierno Local esta misma mañana el inicio de las obras junto al Alcázar de cuyo presupuesto más del 80% se destina rampas y muros de hormigón para la creación de un nuevo acceso peatonal en vez de actuar dentro del edificio, llevando a cabo una intervención más respetuosa con el monumento y con una mayor dotación para las investigaciones arqueológicas pendientes de ejecutarse según su plan director. “Prefiero perder el dinero a que se cometa esta aberración”, aseguraba de manera contundente Riendas.
Riendas se lamenta de que en vez de aplazar el punto para reformular el proyecto y hacer una revisión de la propuesta conforme al Plan Director, más eficiente y menos invasiva, se ha optado por seguir adelante con una ejecución de unas rampas peatonales que que son más propias de una intervención urbanística que de una rehabilitación.
“Se quiere emplear el dinero de la subvención para realizar una conexión entre el Parque del Alamín y la calle Madrid consistente en rampas y muros de hormigón (más del 80% del presupuesto se emplea en ello)”, ha comentado el edil. Después de escuchar las declaraciones del concejal de urbanismo en la Junta de Gobierno Local, Riendas se pregunta el por qué de ocultar a la ciudadanía que serán unas rampas innecesarias las que se lleven la mayor parte del presupuesto para la rehabilitación.
“Se actúa fuera del edificio principalmente, y no se actúa en consolidar ninguno de los paramentos de los muros ni en investigaciones arqueológicas”, ha asegurado Riendas.
El grupo ha pedido la retirada del punto del Orden del Día para reconsiderar la posibilidad de modificar el proyecto y que se adapte a lo que recogen las Bases Reguladoras de la concesión de ayudas para actuaciones de conservación o enriquecimiento del Patrimonio Histórico Español, con cargo a los recursos procedentes de las obras públicas financiadas por el Ministerio de Fomento y por la Entidades del sector público dependientes o vinculadas.
El portavoz de Aike ha añadido que “NO se está cumpliendo con lo establecido en el Plan Director, que tampoco está en el expediente, y se INCUMPLEN, a nuestro parecer, varios aspectos de los reflejados en la Orden FOM/1932/2014, de 30 de septiembre.”
Y ha sido contundente cuando ha expresado su intención de llegar hasta donde haga falta: “Advierto de la intención de este grupo, tras estudiar a fondo los expedientes que existan sobre este asunto, pues sólo se ha tenido acceso al número 4817/2019, de impugnar el acuerdo de la junta de gobierno local y pedir incluso la suspensión de las obras, desde el punto de vista contractual (el acto de adjudicación), y desde el punto de vista sustantivo (el objeto de las obras en sí por no estar justificada la necesidad imperiosa de construir unas rampas y muros que agreden gravemente el entorno del edificio y su concepción principal de elemento defensivo frente a las propias obras de restauración en el propio BIC).”
De este modo ha concluido el concejal, que ha compartido los planos del proyecto donde se pueden apreciar los muros de más de siete metros de altura que provocarán un fuerte impacto visual y medioambiental, degradando la identidad del Alcázar como elemento defensivo en lo alto del barranco.