REDACCION | Martes 20 de abril de 2021
El trabajo y dedicación de las enfermeras y enfermeros que ha atendido y cuidado directamente a personas con el Covid-19 a lo largo de la pandemia ha tenido distintas consecuencias en su salud física y psicológica, como el haber sufrido los síntomas de la enfermedad más de un 37 por ciento de estos profesionales.
Una incidencia de la enfermedad entre las enfermeras y enfermeros que constituye un importante elemento de juicio para poner más en valor si cabe la labor realizada por estos profesionales sanitarios durante muchos meses en los hospitales, centros de salud y centros sociosanitarios de nuestro país, según el Sindicato de Enfermería, SATSE.
En concreto, han sido un 37,08 por ciento de los enfermeros y enfermeras consultados en una macroencuesta realizada por el Sindicato de Enfermería a un total de 11.645 profesionales los que aseguran haber sufrido los síntomas de la enfermedad. Un porcentaje que contrasta con el del 10 por ciento de la población española afectada por el Covid-19, según la última oleada del estudio nacional de seroprevalencia realizado por el Ministerio de Sanidad.
La organización sindical subraya que, al ser muy conscientes desde el primer momento de la severidad y virulencia de la actual pandemia, las enfermeras y enfermeros se pusieron a disposición de sus respectivos responsables para trabajar en paliar todo lo posible las graves consecuencias de la enfermedad en millones de personas.
“Sin protección en las primeras semanas, sin descanso y sin apoyos suficientes, las enfermeras y enfermeros han atendido y cuidado de la mejor manera que las fuerzas y los medios les han dejado a los pacientes y al conjunto de la ciudadanía en cuyo rostro veían el lógico miedo y preocupación por no saber que podría ocurrirles a ellos y a sus seres queridos”, apunta.
Asimismo, desde el Sindicato de Enfermería se incide en el hecho de que estos profesionales sanitarios fueron durante mucho tiempo, y siguen siéndolo, el nexo de unión de las personas enfermas con sus seres queridos, así como su única compañía y apoyo a la hora de enfrentarse con las consecuencias de la enfermedad en todos sus aspectos (físico, psicológico y emocional).
Una sobrecarga y tensión laboral no exenta de complicaciones para su salud y seguridad, como constata la encuesta de SATSE, y que se ha visto reconocida por el conjunto de la ciudadanía de nuestro país de manera permanente al ser muy consciente de su decisivo papel a la hora de combatir esta grave crisis de salud pública.
“Transcurrido ya más de un año desde el inicio de la pandemia, las enfermeras y enfermeros siguen aportando su profesionalidad, responsabilidad y compromiso con la sociedad para que la salud y seguridad de cualquier persona sea lo primero, independiente del lugar en el que resida o los medios de los que disponga”, añade.
Noticias relacionadas