REDACCION | Jueves 20 de mayo de 2021
El mayor iceberg del mundo se ha desprendido de la plataforma de hielo Roone, al noroeste de la Antártida. Una masa de hielo de 4.320 kilómetros cuadrados, algo más grande que la superficie de la isla de Mallorca, según las imágenes de satélite tomadas por la Misión Copérnico. El iceberg, que ha sido denominado A-76, tiene una longitud de unos 170 kilómetros y una anchura de 25, con una superficie total de 4.320 kilómetros, frente a los 3.640 de Mallorca, señaló la Agencia Espacial Europea (ESA) para dar una idea de la magnitud del pedazo de hielo.
Con esas proporciones, se trata del iceberg más grande del mundo, un puesto que hasta ahora tenía A-23A, de unos 3.880 kilómetros cuadrados. La gran masa flotante en el mar de Weddell fue detectada por la misión Copérnico Sentinel-1, formada por dos satélites de órbita polar que observan la Antártida, incluso sus regiones remotas, durante todo el año. La denominación de los icebergs se compone a partir del cuadrante antártico en que son avistados originalmente, seguido de una letra secuencial. Si posteriormente la masa de hielo se rompe, como sucede en ocasiones, cada pedazo añade a su nombre una letra secuencial.
Justo también este miércoles, el pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este miércoles una resolución en la que subraya que la UE debe ofrecer un "apoyo claro" a los defensores de los derechos medioambientales y sus representantes legales y situar la lucha contra la impunidad de los delitos contra el medio ambiente en un lugar "prioritario" de su política exterior. En el texto, los eurodiputados denuncian la situación "precaria" en la que se encuentran los activistas "en primera línea de la acción por el clima", quienes "a menudo luchan por salvar a sus comunidades mientras se enfrentan a abusos, intimidación, violencia e incluso asesinatos en zonas rurales y aisladas y en un entorno de impunidad absoluta".
La resolución destaca que, según un informe de Global Witness, en 2019 fueron asesinados 212 activistas medioambientales, un 30% más que el año anterior, así como que un 40% de las víctimas eran indígenas y otros propietarios tradicionales y más de dos terceras partes de los asesinatos ocurrieron en Latinoamérica. Por eso, en la misma línea, los eurodiputados creen que la UE y los Estados miembros deberían trabajar en el Tribunal Penal Internacional para que se reconozca el "ecocidio" como un delito internacional en el Estatuto de Roma.
Por otro lado, señalan que las consecuencias del cambio climático y la "continua degradación" de los recursos de agua dulce, los ecosistemas y el "sustento vital" de muchas comunidades impide "en muchas ocasiones" el ejercicio de los derechos humanos. Esto incluye, destaca la Eurocámara en un comunicado, el derecho a la vida, la seguridad alimentaria, el acceso a agua limpia y saneamiento, la salud, la vivienda, el empleo y el desarrollo en "varias partes del mundo".
Además, la Eurocámara pide a los socios comunitarios que "hagan más" para apoyar a los desplazados por el cambio climático y califican de "indispensable" que se garantice la diligencia debida y la responsabilidad sostenible de las empresas para "prevenir y proteger contra graves violaciones ambientales y de derechos humanos".
El texto ha sido aprobado con 518 votos a favor, 97 en contra y 77 abstenciones y la responsable del mismo era la eurodiputada de Ciudadanos Soraya Rodríguez, quien ha destacado que "el cambio climático es una realidad tangible que está teniendo un impacto tremendo en pleno disfrute de los derechos humanos para generaciones presentes y futuras". "En este informe instamos a la UE a proteger aún más a los defensores del medio ambiente, pedimos mecanismos de protección más robusto, así como un mayor acceso a la justicia y recursos y reparaciones efectivos", ha resumido la española.
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