COMUNICADO
REDACCION | Jueves 10 de junio de 2021
La Guardia Civil amenaza con echar cerrojazo a otra unidad de élite de la Benemérita. En esta ocasión se trata del EREIM de Panticosa (Huesca) que desde su creación, el 5 mayo de 1981, realizado miles de rescates y salvado cientos de vidas, evitando dolor a multitud de familias que gracias a estos Guardias Civiles siguen juntas tras un accidente en montaña. Desde AEGC llevamos años reclamando una nueva redistribución de la Guardia Civil para optimizar todos los recursos materiales y humanos de que dispone, pero la reestructuración que se está llevando a cabo con algunas unidades de elite de la Benemérita nada tienen que ver con lo que reclamamos desde la Asociación: MÁS Y MEJOR OPERATIVIDAD. El cierre de EREIM de Panticosa no supone una optimización sino que más bien es despojar a los ciudadanos de un buen servicio a la sociedad. Sus cifras, en estos más de 40 años al servicio de los montañeros, nos dicen que cada año llevan a cabo más de 70 rescates de los cuales en su mayoría se llevan a cabo en lugares de dificultad máxima.
Una unidad que, con su plantilla actual de 1 sargento y 6 guardias, trabaja sin descanso para que los que visitan las montañas del Valle de Tena siempre estén protegidos.
Desde la Jefatura de Montaña se pretende que sea el SEREIM de Jaca el que se encargue de sacar adelante la carga de trabajo del EREIM de Panticosa. Es decir que desde Jaca lleven a cabo los rescates del la zona del Valle de Aragón y del Valle de Tena. Para ello, dicen en la Jefatura, aumentaran la plantilla pero sin garantizar en ningún momento que se lleguen a crear las suficientes vacantes para absorber a los 7 componentes de Panticosa. Es decir, que además de desmantelar una unidad que se ha mostrado desde su creación extremadamente eficaz, va a dejar a unos guardias sin destino con preferente para coger vacantes dentro de la provincia de Huesca, pudiendo ser o no en Grupos de Rescate de Montaña debido a la escasez o nulas vacantes ahora en la provincia y en la especialidad. Además del daño que se va a causar a sus familias que se van a ver obligadas a abandonar su lugar de residencia en el que están plenamente integrados.
Desde AEGC denunciamos que ni a los Guardias Civiles ni a sus familias, que tienen su residencia en el Valle de Tena, ya que son una unidad con guardias veteranos, se les ha ofrecido la oportunidad de pasar a formar parte del SEREIM de Jaca, aportando así su grandes conocimientos de la zona y de esta manera no forzando a mover a sus familias que hace años decidieron han establecerse en el Valle de Tena. AEGC ha tenido conocimiento que ninguno de estos especialistas se quiere ir a otra Unidad, están contentos y orgullosos de su trabajo en el Valle, pero tampoco esta conforme ningún
estamento ni Ayuntamiento, ni las federaciones, ni nadie del Valle quiere que se vayan ya que son queridos y reconocidos por todos sus vecinos por su excelente trabajo.
Desde AEGC consideramos que esta unidad debería reforzarse por el gran número de rescates que llevan a cabo, todo lo contrario de lo que se está haciendo en la Jefatura de Montaña desmantelando unidades muy eficientes, como esta de Panticosa o la del Valle del Roncal en Navarra.
Desde AEGC recordamos que esta unidad de élite no solo tiene mucho trabajo en la temporada de nieve por la estación de esquí, porque está también habré en verano por lo que el Ereim de Panticosa realiza de manera continua orden público controlando que no existan accidentes en las mismas, además se trata de una zona de escalada por lo que en la época estival tiene que hacer frente a muchas intervenciones, además también dan al público un servicio de información ya que son muchos los ciudadanos que llaman a diario para preguntar el estado de rutas a picos o vías de escalada que son resueltas por estos grandes especialistas.
Desde AEGC volvemos a apelar al buen juicio de los que tienen en su mano mantener esta unidad de élite de la Guardia Civil: son grandes profesionales, conocen cada rincón de esos valles imprescindible para actuar con rapidez y salvar vidas. Una decisión que como otras muchas no solo perjudicará a los profesionales sino también a sus familias que se verán obligadas a hacer las maletas y abandonar su lugar de residencia. Por ello esperamos que se de marcha atrás a esta decisión que además dejará abandonada a una población que tiene en la montaña una parte importante de su fuente de ingresos.
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