REDACCION | Viernes 06 de agosto de 2021
Tenemos tres Gigantes y una docena de Cabezudos. El Rey y la Reina se remontan a principios del siglo XX siendo mucho más reciente y ligero el Doncel. Los Cabezudos son más modernos y han experimentado todo tipo de percances, desde roturas a desapariciones (dicen que la Bruja viajó prestada a un pueblo cercano y allí sigue…). Destacan el Payaso, el Diablo, el Torero y el Popeye, sin olvidar al más reciente Darth Vader.
Para el chiquillerío, sus padres y sus abuelos, lo más importante de las Fiestas son nuestras Comparsas de Gigantes y Cabezudos. Llenan la Plaza Mayor desde las 13:00 esperando que salgamos.
Un siglo de tradición, mantenido por un puñado de voluntarios que llevan toda su vida corriendo a escobazos a los chavales o bailando los gigantes al son de las charangas.
Hace tiempo, una amiga dijo que tienen algo de procesión seglar, de voluntariado laico. Es muy posible, en una ciudad donde hay tantas manifestaciones religiosas. Genial, procesiones y comparsas como parte de nuestras tradiciones. ¿Qué sería de los pueblos sin sus tradiciones?
Los que portan los gigantes se creen más importantes. Pero los que llevan los cabezudos les bajan los humos: “cuando sea mayor como vosotros y ya no pueda correr persiguiendo a los chavales, me pasaré a los gigantes”, nos dicen.
Pronto, pasarán las restricciones de la pandemia y volveremos a salir todos los días de Fiestas, a las 13:30.
No se frenará la despoblación de la España vaciada, pero todo sería peor sin las Fiestas y sin sus Gigantes y Cabezudos.
Emilio de las Heras Muela
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