REDACCION | Miércoles 29 de septiembre de 2021
Bigote Arrocet se define como un caballero pero luego no tiene problemas en hacer dos cosas improbables en uno: atacar a su ex y hablar de dinero. El humorista no hace una semana que dejó la casa de Secret Story y ya habla en exclusiva en la portada de Lecturas.
"Edmundo estalla", reza el titular, en el que, además, nos aclara que "le prestó 50.000 euros a Teresa y no se los voy a pedir". Pero en la entrevista tiene mucha más bilis para repartir. No sólo tacha de "mentira infame" la historia contada por la presentadora. Además sugiere que "hizo unos gestos que no me gustaron" durante una disputa. "Nunca me ha gustado la agresividad", concreta cuando le preguntan por el carácter de la mímica.
Pero lo peor es que relata episodios de su vida íntima que supuestamente conoció a través de Gustavo, la mano derecha de la periodista: "Me contó que cuando Teresa se enfada es así. Que cuando Ana Rosa la superó en audiencia hizo lo mismo, que entonces tuvo que parar el coche y empezó con las payasadas".
Desglosa Bigote además los gastos que empleó en Teresa, cómo le buscó el negocio de los zapatos a ella y el de las joyas a Terelu e incluso sugiere que le culparon del ictus que sufrió la periodista. "Si tienes que pagar 2.800 euros a un portero de noche, descuenta ese dinero durante cuatro años porque era yo el que me quedaba cuidando la casa".
Kiko Rivera pone rumbo a Cantora: "Le daré un abrazo a mi madre".-
Kiko Rivera, muy afectado por la muerte de su abuela Ana Martín este miércoles a los 90 años, ha tomado una decisión difícil, pero lógica. Lo hace por él, pero también por dos de las mujeres más importantes de su vida: su abuela y su madre, Isabel Pantoja. La pérdida de doña Ana ha precipitado el regreso de Kiko Rivera a Cantora. "Es momento de apartar ciertas cosas y tirar para adelante", han sido sus explicaciones en un audio a Kiko Hernández.
Para el hijo de Isabel Pantoja no hay marcha atrás. Aboga por una tregua, porque las circunstancias exigen que todos los miembros del clan Pantoja estén a la altura y aparquen los rencores, los reproches y las tensiones que se han venido produciendo entre ellos durante este año. Kiko Rivera quiere abrazar a su madre, porque conecta con el dolor desgarrador que está sintiendo, a pesar de que le ha privado del último adiós a su abuela y de preocuparse de su estado de salud mientras ha estado enferma.
"He tomado una decisión porque no puedo estar aquí", decía con nerviosismo en el audio que el Dj ha mandado al colaborador de 'Sálvame'. "Se me ha muerto mi abuela, pero a mi madre sea de la manera que sea se le ha muerto su madre", reconocía con emoción.
"Voy a ir a Cantora, independientemente de si mi abuela está incinerada o no", anunciaba contra todo pronóstico, al fin. La incertidumbre de lo que pueda pasar cuando llegue a la finca familiar está ahí para Kiko, quien asume alguno de los escenarios que se podrían dar al viajar de La Graciosa a Cádiz: "Si me dejan pasar, le daré un abrazo a mi madre y me iré. Y si no me dejan pasar, iré igualmente". Antes de finalizar el audio, el hijo de la tonadillera ha expresado su deseo de hacer un paréntesis en la guerra que mantiene con su madre, y después del mensaje que ha compartido en 'caliente' en su Instagram, nada más enterarse de la triste noticia: "Es momento de apartar ciertas cosas y tirar para adelante". Y ha reiterado: "Y ahí voy a estar".
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