Para operar herramientas y equipos neumáticos, se requiere un dispositivo que pueda comprimir aire y proporcionar la presión deseada. Se trata de un compresor, que puede funcionar tanto desde la red eléctrica como con un motor de combustión interna. También hay algunas otras diferencias que permiten clasificar los compresores según su funcionamiento.
Para elegir el compresor adecuado en función de los parámetros requeridos, es necesario ver una gran cantidad de modelos de este equipo, lo que se puede hacer haciendo clic en el enlace https://machineryline.es/-/compresores--c87 en el portal de Internet especializado Machineryline, donde se publican numerosos anuncios de diversos tipos de compresores, así como sus características técnicas detalladas.
Las principales diferencias entre compresores
La principal diferencia entre los dispositivos es el principio de la estructura del mecanismo, con la ayuda del cual se bombea aire.
Los compresores se dividen en los siguientes subtipos:
Los compresores alternativos son la clase más popular debido a su relativa simplicidad de diseño, durabilidad y capacidad para operar en cualquier condición con poco o ningún mantenimiento adicional. Ante esto, se han desarrollado varias modificaciones de compresores alternativos, difiriendo en los siguientes criterios:
Los compresores rotativos son industriales porque tienen grandes dimensiones y un importante nivel de rendimiento, lo que les permite ser utilizados en producción y talleres.
Existen los siguientes tipos de compresores rotativos:
Otros métodos de clasificación de equipos compresores
Además del principio de funcionamiento de la unidad principal, hay una serie de parámetros que afectan directamente el rendimiento y la capacidad de funcionar en diferentes condiciones. De este modo, una de las principales características es la presión que puede crear el compresor.
Dependiendo de él, el modelo se divide en:
Además, no se ignora el tipo de accionamiento que proporciona al equipo compresor la potencia requerida. Puede ser eléctrico y estar basado en un motor de combustión interna. La primera opción se utiliza en la mayoría de los talleres, centros de servicio y empresas industriales. No requiere un mantenimiento constante y hace que el funcionamiento del compresor sea relativamente económico. Construido sobre la base del motor de combustión interna, se utiliza en modelos portátiles diseñados para operar en el campo, donde no es posible conectarse a una línea eléctrica.