REDACCION | Martes 15 de febrero de 2022
El IPC bajó en enero un 0,4%, lo que ha recortado la tasa de inflación en cuatro décimas, hasta el 6,1%, resultado superior al previsto.
La tasa subyacente subió tres décimas, hasta el 2,4%. La bajada de la inflación se debe fundamentalmente a un efecto escalón a la baja en la electricidad, consecuencia de un fuerte encarecimiento en enero del año pasado, mientras que en enero de este año sufrió un descenso.
Los productos energéticos redujeron su tasa de inflación hasta el 33% por esta caída de la electricidad, compensando el encarecimiento del gas y los combustibles. El incremento de la subyacente se ha concentrado en los bienes, y, en menor medida, en los alimentos elaborados.
Las previsiones para el resto del año se han revisado al alza. En el escenario central actual se parte de la hipótesis del mantenimiento del precio del petróleo en el nivel más reciente hasta finales de marzo y un descenso progresivo en los meses posteriores hasta 80 dólares. También se supone que el precio de la electricidad se mantiene estable hasta abril y luego cae en línea con lo esperado en los mercados de futuros.
Bajo estas hipótesis, la tasa de inflación subirá de nuevo en febrero hasta el 7,1%, y de media anual se situará en el 4,6% (frente a un 3,7% en la previsión anterior). La interanual se situaría en diciembre en el 1,2%. La tasa media anual subyacente será del 2,3% frente al 2,1% de la previsión anterior.
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