REDACCION | Lunes 14 de marzo de 2022
Desde el Área de Sanidad de Podemos Castilla-La Mancha han denunciado que, después de 3 meses desde que se produjera el traslado definitivo del Hospital Virgen de la Salud al Hospital Universitario de Toledo, “aún existen muchos de los problemas que se encontraron desde el inicio debido a falta de previsión y una privatización encubierta del servicio hospitalario”.
La secretaria de Servicios Públicos y Políticas Sociales de la formación morada en Castilla-La Mancha, Carmen Fajardo Barba, ha señalado que aunque se anunciase el traslado definitivo del hospital y que el Virgen de la Salud quedaba cerrado, aún existen servicios realizando sus tareas en este último “debido a una mala previsión, organización y gestión a la hora de plantear y adecuar las instalaciones del nuevo hospital con la maquinaria que procedían del antiguo hospital”.
Entre los servicios que apunta que seguirían operando desde el Virgen de la Salud se encuentran el laboratorio de Microbiología y el laboratorio de Anatomía Patológica, lo que considera que “acarrea una demora en la entrega de las muestras biológicas, en su mayor parte necesarias para un correcto diagnóstico de patologías, y esto repercute inevitablemente en un retraso en la obtención de resultados”.
Otro de los grandes problemas que ha destacado en el Hospital Universitario de Toledo es la falta de cobertura telefónica y de internet que sufren tanto los pacientes como los profesionales que trabajan en dicho hospital, a pesar de que, apunta, “la concesionaria dispone de una red wifi hábil”. En este sentido ha explicado que desde hace varias semanas la directora general del SESCAM, Regina Leal, argumentó que los problemas “se iban a solucionar en febrero puesto que iban a instalar una antena garantizando la cobertura”, pero que esos problemas “siguen persistiendo a día de hoy, lo que hace que pacientes que solo dependen de un teléfono móvil no puedan mantener contacto con sus familiares y estos, no saber en qué situación se encuentran los pacientes salvo por las llamadas de los responsables médicos”.
Por otra parte, Fajardo ha denunciado además que existe servicio de TV e internet en Tablet, pero “pagando una cantidad a todas luces exagerada” y “olvidándose además de la brecha digital que sufren nuestros pacientes más mayores”. Así, ha señalado la necesidad de facilitar la comunicación de los pacientes con sus familias, lo que considera “es un problema que se tiene que abordar con la mayor rapidez posible y solucionarse, ya que esta incomunicación produce un desasosiego innecesario y puede llegar a retrasar la recuperación de sus patologías”.
Más de 1.800 millones y “una privatización encubierta”
Según han señalado desde Podemos, todos estos problemas “parten de una privatización encubierta del Hospital Universitario de Toledo, dónde la administración regional el señor García-Page ha cedido parte de la gestión del hospital a empresas privadas durante los próximos 30 años como parte del pago de los más de 1.800 millones de euros por su construcción”. Entre las concesionarias, señalan, existían al principio tres grandes empresas; Acciona, OHL y ACS; las cuales “han ido vendiendo sus trozos del pastel a otras empresas especuladoras más pequeñas y de capital extranjero”, lo que creen que hace “mucho más difícil” garantizar el correcto funcionamiento de servicios no sanitarios del Hospital Universitario de Toledo como el almacén, el servicio de lencería o la cafetería.
Uno de estos casos, destacan, sería la privatización del almacén general de recursos materiales, el cual apuntan que “anteriormente era público y ahora es privado”, lo que ocasiona que los profesionales tengan serios problemas de abastecimiento de materiales”. “Los materiales se distribuyen con cuentagotas y, si los profesionales no hacen acopio de material en sus unidades, se pueden encontrar sin los recursos materiales necesarios para garantizar una adecuada asistencia”, han denunciado.
A todo esto, explican se suman otras privatizaciones como la del servicio de mantenimiento, “donde la burocracia derivada de la privatización provoca que las reparaciones se retrasen”, o la de los servicios de cafetería y aparcamiento que, señalan “repercute de forma directa en el bolsillo de las personas hospitalizadas y de sus familiares, creando una atención y un servicio diferencial en función de la capacidad económica de cada familia”.
Por todo ello, han destacado la necesidad de “apostar de forma decidida por la gestión pública y directa del hospital y de todos sus servicios” para “garantizar la calidad y la universalidad de una sanidad a la que le debemos todo”.
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