REDACCION | Domingo 27 de marzo de 2022
Según señala la corresponsal del diario ABC en Berlín, Rosalía Sánchez, el principal punto negro, en el balance que hace la prensa alemana de la cumbre de Bruselas, es la actuación del presidente de España, que abandonó la sala de la reunión para forzar la excepción de España y Portugal, que «debe ser seguida cuidadosamente por la Comisión», según el diario salmón alemán Handeslbaltt, que ha titulado «Delicada intervención en el libre mercado» su información sobre el aparte Madrid-Lisboa.
La actitud de Sánchez causó desconcierto y disgusto en otros jefes de gobierno europeos. El semanario progresista Der Spiegel, con buenas fuentes en el gobierno alemán, cita al canciller Scholz en una valoración sobre la posición del Gobierno de España: «'Hay algunos que tienen ideas muy decisivas' en lo que respecta a las intervenciones del mercado, comentó Scholz más tarde secamente».
La prensa alemana critica de forma generalizada la propuesta española, presionada según varios análisis por «los temores de nuevos disturbios como las protestas de los chalecos amarillos de 2018 y 2019», que proceden de síntomas como que, «en la capital de España, Madrid, alrededor de 150.000 personas se manifestaron contra los altos precios de la energía solo el fin de semana pasado».
La principal crítica a la aportación española, por parte de la prensa alemana, es que ignora que «los países miembros están estrechamente entrelazados a través del mercado interior de la UE, que también incluye el mercado de la energía. Eso hace que las formas especiales nacionales en la lucha contra la explosión de precios sean casi imposibles». Los medios alemanes ya habían informado previamente que las líneas del conflicto estaban claras.
«Según la propuesta de Madrid», juzga Der Spiegel, la UE debería limitar el precio del gas y permitir a los estados con una alta proporción de energías renovables suprimir los efectos de la oferta y la demanda en los mercados eléctricos. El precio de la electricidad debería estar desacoplado del precio del gas los países donde la proporción de energías amigables con el clima es más del 45% prácticamente a medida de Sánchez: En España la proporción es un buen 46%».
«Sánchez no ayudó mucho con su espectáculo», sigue la revista, «no pudo limitar los precios ni imponer otras importantes intervenciones en el mercado. En cambio, los jefes de Estado y gobierno acordaron entre otras cosas «compras conjuntas voluntarias de gas, gas licuado e hidrógeno» con el fin de controlar los precios. Pero Bruselas no sería Bruselas si Sánchez no hubiera recibido algo que pueda vender en casa como un éxito. Por ejemplo, el comunicado de la cumbre que habla de medidas de emergencia temporal... Probablemente sería algo así como una visión ligera de la disociación de los precios del gas la electricidad exigida por España».
Sin embargo, sigue el texto, "solo debe permitirse si está de acuerdo con los tratados de la UE y no daña el interés común de todos los estados miembros".
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