Días 25 y 26 de abril. 20:00H. Multicines Guadalajara
LUNES 25 – COLOQUIO TRAS LA PROYECCIÓN
Tras la proyección, habrá un pequeño coloquio sobre la película y la situación actual de Guinea Ecuatorial, con la presencia de Susana Martínez, maestra y bibliotecaria, especializada en promoción a la lectura y literatura infantil, que trabajó en el Centro Cultural de España en Malabo (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo-Ministerio de Asuntos Exteriores) realizando una asistencia técnica en la biblioteca del centro entre de agosto de 2014 y abril del 2015, y de Armengol Engonga Ondo, Presidente del Partido del Progreso de Guinea Ecuatorial desde el 26 de agosto de 2020, opositor al régimen dictatorial de Teodoro Obiang Nguema, y exiliado en España.
EL ESCRITOR DE UN PAÍS SIN LIBRERÍAS
Dirección: Marc Serena
Título en V.O: El escritor de un país sin librerías
Nacionalidad: España /Guinea Ecuatorial
Año: 2019
Fecha de estreno: 13-12-2019
Duración: 79 min.
Género: Documental
Color o en B/N: Color
Guión: Marc Serena
Fotografía: Josep Gutiérrez
Música: Pau de Nut
Distribuidora: Toned Media
Sinopsis:
Guinea Ecuatorial se independizó de España hace 50 años y ahora se ha convertido en uno de los países más aislados de África. Nos adentramos en él en compañía del escritor más traducido del país, Juan Tomás Ávila Laurel, que en 2011 tuvo que refugiarse en España por denunciar la dictadura de Teodoro Obiang, la más longeva del mundo. A través de sus libros descubrimos un rincón de África que vive aún bajo el impacto de dos siglos de dominación colonial.
Crítica de Elsa Fernández Santos para diario EL PAÍS:
El escritor de un país sin librerías se acerca a través de la mirada y la obra del autor exiliado Juan Tomás de Ávila Laurel a la realidad de la excolonia española. Cincuenta y un años después de su independencia, Guinea Ecuatorial vive bajo una de las dictaduras más férreas y longevas del mundo donde, pese a tener una de las rentas per capita más altas de África, Teodoro Obiang controla un país en el que más de la mitad de la población sigue sin acceso al agua potable.
Criado en la isla de Annabón, donde estudió un español obligatorio y memorizado y donde su apellido fue colonizado de forma burda con el nombre de una capital de provincias española, Ávila Laurel regresa a su hogar de la mano de esta película que tiene el gran mérito de adentrase con una cámara en un territorio proscrito que amamantó un franquismo que sigue supurando. Las voces disidentes o el rap se entrecruzan en un documental que también se apoya en dibujos animados. La película no solo pone en evidencia la indiferencia de España con su excolonia sino la indecente opulencia de la familia Obiang (multimillonarios gracias al petróleo) y sus afines, ajenos a la pobreza de un país sin apenas infraestructuras donde, como escribe Ávila Laurel, los hombres pescan en cayucos cuya madera luego les servirá de ataúd. Para esta panorámica, la película encuentra en el cumpleaños del autócrata el fiel reflejo del esperpento. Una efeméride (“Cuando cumple el presidente, cumplimos todos”) con rango de fiesta nacional que encuentra su amplificador en la televisión local. En una pobre tienda de electrodomésticos de Malabo dos televisiones anuncian la festividad mientras el locutor recita unos versos de Bertolt Brecht para luego agradecer al presidente ser un ejemplo para su pueblo y para África. Como guinda: el cumpleaños feliz de Parchís, una misa, y un discurso contra los enemigos de la patria.
Tráiler: