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¿Conoces qué son los amortiguadores y cuándo cambiarlos?

Martes 20 de septiembre de 2022
Cuando nos ponemos al volante de un coche debe primar el factor de la seguridad. Hay vidas en juego y conviene recordarlo que el volumen de desplazamientos alcanza cotas significativas con motivo de las vacaciones.

Foto del amortiguador tomada de recambioscoches.es

Es así porque los amortiguadores son una parte clave de las suspensiones del coche y, junto con un buen estado de los neumáticos, desempeñan un protagonismo activo en beneficio de la seguridad de los ocupantes del automóvil. Si conducimos con estas piezas en un estado deteriorado estaremos poniendo en peligro nuestra vida y también la de aquellos otros conductores.

En consecuencia, los expertos mecánicos recomiendan revisar el estado de los amortiguadores cada cuatro años o, si usted usa mucho el coche, cada 60.000 kilómetros. No obstante, no siempre se cumple esta ecuación y, por causas diferentes como generación excesiva de óxido o pérdida de aceite, los amortiguadores pueden desgastarse prematuramente, por lo que también se recomienda desde una inspección visual del mecánico a la realización de una prueba de rebote o también conocida como de presión sobre estas piezas.

El motivo de estar atentos a la conservación de los amortiguadores, más allá de seguridad o de causar una avería en la suspensión, está en el uso que estos tienen cada vez que el coche se desplaza: los amortiguadores se comprimen cerca de 7.000 veces en un minuto. No obstante, esta durabilidad también depende del tipo de conducción que se realice. Si ésta es más agresiva, los amortiguadores notarán una mayor presión y se desgastarán antes de tiempo. Y tampoco será igual en un coche acostumbrado a circular por una carretera con un asfalto óptimo que aquellos vehículos que recorren caminos de campo.

Si el estado de los amortiguadores es idóneo, el conductor también apreciará los beneficios que esta pieza aporta a la conducción. Apunten: absorción de las irregularidades de la carretera; permiten que el coche se adapte a cualquier tipo de desnivel, evitándose problemas de tracción; y, obviamente, aumenta la estabilidad del vehículo, ayudando a una conducción más estable y eficiente; y, finalmente, los amortiguadores permiten una mejor frenada y aceleración del coche.

Tipos de amortiguaodres

Actualmente, en el mercado pueden encontrarse diferentes tipos de amortiguadores, aunque los más usados en los vehículos son los siguientes:

Hidráulicos: su mantenimiento es básico y su sistema es realmente sencillo y su eficacia es bastante precisa en situaciones de una presión elevada.

Hidráulicos con válvulas: aquellos coches que porten este tipo de piezas dispondrán al conductor de una conducción más suave en comparación a los anteriores. La diferencia está en que estos amortiguadores portan válvulas y no pistones, piezas por donde discurre el aceite.

Monotubo o de gas: La diferencia respecto a los amortiguadores clásicos está en que en éstos existe una parte para el paso del aceite y otra para el gas.

De doble tubo: son los más usados en los vehículos. Su composición se basa en válvulas y pistones, así como cilindros y cámaras, una más grande y otra más pequeña, cuyo juego permite el paso del aceite.

De frecuencia selectiva: estos amortiguadores harán que la suspensión sea más dura, debido al funcionamiento de la válvula, que actúa como separador dentro del pistón