Día 31 de octubre. 20:00H. Multicines Guadalajara
Dirección: Ron Howard
Reparto: intervenciones de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison, Ringo Starr
Nacionalidad: Reino Unido
Año: 2016
Fecha de estreno: 16-09-2016
Duración: 120min.
Género: documental
Color o en B/N: Color
Guión: Mark Monroe. Historia: P.G. Morgan
Fotografía: Michael Wood
Distribuidora: A Contracorriente
Sinopsis:
Documental que explora el mundo interior de The Beatles: cómo se tomaron las decisiones, cómo se relacionaron entre sí, junto con su capacidad musical y personalidades complementarias. El film se centra en la primera parte de la carrera de The Beatles (1962-1966), la época durante la cual hicieron su gira y cautivaron al mundo entero. Muestra cómo surgió el legendario grupo, y abarca el periodo desde los días en los que tocaban en The Cavern Club en Liverpool hasta su último espectáculo en San Francisco en 1966.
Crítica de Javier Cortijo para CINEMANÍA:
Cuando ya se sabe hasta el nombre de la tintorería donde llevaban las zamarras austrohúngaras del Sargento Pimienta, resulta complicado arrojar algún haz de luz nuevo, o medianamente original, sobre los Beatles. Ron Howard, tal vez porque no es de Liverpool sino de Oklahoma, lo intenta en este documental centrado en el trasiego, el ruido y la furia del tsunami que acompañó al grupo desde sus comienzos hasta que dijeron basta mientras salían a escape y cogiendo todos los baches de su último concierto en San Francisco.
Con férreos acordes de no-ficción, Howard recorre la iconografía popular del grupo, sin faltar The Cavern, Ed Sullivan o Abbey Road. Pero el verdadero solomillo está en ver a cuatro flequillos aún ingenuos y gamberretes hacer las Américas por primera vez casi con la maleta de cartón, sus vaciles a los periodistas que podían creerse que John se llamaba Ed y las escenas entre bambalinas, en una recepción de la embajada o en la leonera de un hotel, con sello nouvelle vague a lo Pennebaker. La cruz seguramente se la lleve cierta tentación a santificar al cuarteto (aunque Brian Epstein y George Martin también tienen su momento), colgándole la medalla de plata en la historia de la música con permiso de Mozart, y hasta el Nobel de la Paz por unir razas cual anuncio de refresco de cola. Mención aparte merece, cómo no, la columna vertebral de los conciertos, desde rarezas pixeladas y asiáticas a leones rugientes en estadios, que rompen una lanza a favor de sus maravillosos y complicadísimos directos, aunque Keith Richards proteste.
En fin, dos horas de éxtasis para los fans y de felicidad para el resto de espectadores, que al menos se garantizan el trayecto de vuelta a casa con la mejor banda sonora mental posible.
Tráiler: