Guadalajara comienza este jueves el mes de diciembre con cielos soleados y con el mercurio en los 3ºC

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha anunciado para este jueves en Castilla-La Mancha, cielos nubosos o cubiertos de madrugada abriéndose claros de noroeste a sureste para quedar poco nuboso en la mitad noroeste y con intervalos nubosos o nuboso en la mitad sureste.

Habrá probabilidad de brumas o nieblas dispersas, por la mañana en el extremo oriental de Cuenca y Albacete y por la tarde en las sierras de Segura y Alcaraz, probables precipitaciones débiles y algún chubasco disperso en el sureste, más frecuentes en las sierras de Segura y Alcaraz y en el corredor de Almansa.

Las temperaturas mínimas irán en descenso en los sistemas Central e Ibérico, donde se esperan al final del día, en aumento en Ciudad Real y Albacete y con pocos cambios en el resto. La temperaturas máximas irán en descenso en la Ibérica y en Albacete y con cambios ligeros en el resto. Habrá heladas débiles en los sistemas Central e Ibérico. Soplarán vientos flojos del nordeste y este, con intervalos más intensos en el extremo sureste al final del día.

Las temperaturas oscilarán entre los 4 y los 13ºC en Albacete, 4 y 15ºC en Ciudad Real, 3 y 14ºC en Cuenca, 3 y 12ºC en Guadalajara y entre 3 y 14ºC en Toledo.

Cambio en el patrón atmosférico: la Aemet alerta de “abundantes lluvias” en estas zonas.-

Este jueves continuará el descenso de las temperaturas, ayudado también por los cielos despejados que hace que por la noche la superficie se enfríe más. Así, las heladas se extenderán a amplias zonas del interior de la mitad norte y zona centro hasta la jornada del domingo. Las noches más frías serán las del viernes al sábado y la del sábado a domingo, cuando en áreas de la meseta norte se podría bajar hasta los 5 grados bajo cero. Las máximas en general quedarán también en el interior de la mitad norte por debajo de los 10 o 12 grados desde este miércoles y hasta el domingo y, además, podrían aparecer bancos de niebla, fundamentalmente en la meseta norte y Valle del Ebro, que en el caso de ser persistentes dejarían por allí un ambiente frío durante buena parte de la jornada.

El fin de semana, las temperaturas podrían llegar a estar hasta entre 5 y 10 grados por debajo de lo habitual para la época en el norte de la península, pero, ha advertido Del Campo, “no podemos hablar de una ola de frío, pues para ello se necesitarían temperaturas aún más bajas que afectasen a más zonas y durante más tiempo”. Para lo que queda de semana, se espera tiempo frío, especialmente en el centro y en el norte de la Península, pero sin que se trate de una ola de frío ni de una situación extraordinaria, sino de “algo esperable para esta época del año”, ha concluido el portavoz.