Castilla La Mancha es la segunda comunidad autónoma de España con mayor tasa de paro femenino y reclaman a Page que se fomente el autoempleo y medidas de conciliación

La diputada regional del Partido Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, Gema Guerrero, ha advertido que nuestra región es la segunda comunidad con mayor tasa de paro femenino de todo el país, con un 19,8 por ciento, casi 4 puntos por encima de la tasa a nivel nacional.

Así se ha pronunciado Guerrero, en el Pleno de las Cortes Regionales, donde ha lamentado que en Castilla-La Mancha, “el desempleo tiene rostro de mujer”. Por eso, ha reclamado al Gobierno regional medidas para combatir el paro femenino

En este sentido, ha señalado que el desempleo femenino se debe principalmente a que la mayoría de mujeres paradas trabajan en los sectores servicios, hostelería y comercio. Sectores que fueron muy golpeados por la pandemia y ahora les está costando recuperarse con la crisis sobrevenida tras el aumento del precio de la energía y los combustibles y la inflación desbocada.

Además, ha recordado que Castilla-La Mancha necesita que su Gobierno regional apueste por la conciliación laboral y personal, ya que son muchas mujeres las que abandonan su puesto de trabajo por el cuidado de los hijos y otras muchas las que abandonan su puesto de trabajo por cuidar a familiares dependientes.

Así mismo, ha insistido en que el cuidado de hijos y familiares dependientes es un problema que se incrementa en las zonas rurales, por dos motivos: por el hecho de que hay menos oferta de trabajo y porque hay menos posibilidades de conciliar, puesto que muchos municipios no tienen guarderías, centros de día o residencias para personas mayores.

Por eso es importante que el Gobierno regional apueste por poner en marcha medidas que fomenten la conciliación, con más instrumentos y también con líneas de ayudas para aquellas mujeres que no se puedan permitir contratar cuidadores y pagar guarderías y residencias.

Así como fomentar el Autoempleo, con líneas de ayudas directas, especialmente en zonas rurales, donde las “emprendedoras” además que crear su propio puesto de trabajo, supone el mantenimiento de negocios y actividad económica en los municipios y así fijar población.