REDACCION | Domingo 12 de febrero de 2023
Este equipo es de película. Y lo es en tantas situaciones, que no se puede catalogar de qué genero. Hoy tocó celebrar en la previa, sufrir durante el partido, levantarse, rehacerse y al final volar, porque en el Belmonte volaron las bufandas al viento.
Aristoteles dividió la narración en tres actos: principio, medio y fin. O como es más conocido en nuestros días: planteamiento, nudo y desenlace. Y así podría estructurarse un partido repleto de historias.
Planteamiento
Antes del inicio, la afición respondió y aventuró, con un prólogo de alegría y locura por el Alba que culminó en el recibimiento, que iba a ser una tarde de las buenas. Tal fue la intensidad de la antesala, que la película empezó con un abrupto giro de guion. En el minuto 4, Higinio demostró sus dones de delantero completo. Un hábil movimiento ante la zaga malaguista, tras pase al espacio de Fuster, del ’12’ acabó con una oportunidad magna que cerró con un fantástico golpeo. Primer tanto pero quedaba mucha film por proyectar.
Maikel Mesa, tras otra gran jugada coral, rozó el 2-0 con una ocasión que se fue rozando el larguero.
Nudo
El Málaga, necesitado y con armas, volteó la situación con arrojo y pundonor, propios de su escudo. Lago Junior con un gran cabezazo empató el partido. Pasada la media hora de partido, de nuevo se impuso el cuadro malaguista a balón parado. Fran Sol adelantó a los suyos y trajo el suspense al Belmonte. Los equipos, tras el abrupto inicio, intentaron equilibrarse pero antes del descanso saltó el tiburón. Luis Muñoz, centrocampista visitante, fue expulsado.
La segunda mitad, con un Albacete revitalizado y convencido, fue un festival de fútbol para completar el ídem de goles. Diez minutos después de la reanudación, Manu Fuster en una acción de magia y control, miró a puerta, amenazó con el disparo, recortó a rival y se sacó un golazo al palo corto. Simple y llanamente magia, de las que ahora se crean con CGI.
No se quedó ahí el Alba, que aprovechó el rebufo para ponerse en ventaja. Pero en toda película antes de la alegría hay que sufrir, para valorar el momento. Una rápida contra acabó en tanto de Dubasin que en primera instancia fue anulado. Pero vaya. Vaya si valió.
Desenlace
El Alba aguantó la victoria, selló los tres puntos y aún pudo ampliar la ventaja. Tras el pitido final, todos felices. No comieron perdices pero se disfrutó de la comunión entre equipo y grada.
45 puntos y un Alba que quiere seguir con la saga de felicidad.
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