REDACCION | Jueves 19 de octubre de 2023
Tras la explosión de un patinete eléctrico en la tarde de este martes, que interrumpió la circulación en la Línea 2 de Metro de Madrid entre las estaciones de Alsacia y Manuel Becerra, y dejando a cuatro heridos leves que ya han sido dados de alta, la Comunidad de Madrid estudia prohibir que puedan viajar en el suburbano.
Lo que parecía una solución para una movilidad sostenible de las ciudades comienza a generar dudas en las administraciones públicas. Los patinetes eléctricos han pasado de formar parte de la transición verde de las capitales a provocar continuos incidentes que están obligando a actuar a ayuntamientos y autonomías de varios lugares de España. Pero también en otros puntos de Europa.
Desde la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras, en conjunto con el Consorcio Regional de Transportes y Metro de Madrid, dicen que están “analizando las causas de esa explosión y tanto el Consorcio como Metro de Madrid están valorando la oportunidad o no de prohibir su entrada en el transporte público”.
De este modo, la capital se sumaría a otras regiones y ciudades españolas que ya lo tienen prohibido. En 2021 fue Sevilla la que abrió la veda impidiendo que los viajeros entraran al Metro con sus patinetes eléctricos en la hora punta de los días laborales. De facto, aunque había excepciones horarias, eso suponía una prohibición casi completa porque a esas horas es cuando mayor número de usuarios los llevan consigo.
Donde sí han aplicado restricciones es en Cataluña, que el pasado mes de febrero prohibió tanto el acceso a los vehículos como a las propias infraestructuras (estaciones, andenes...) de transporte público tras la explosión de un patinete en el servicio de Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña (FGC) en noviembre de 2022.
De hecho, la Autoritat del Transport Metropolità (ATM) del área de Barcelona tomó la decisión de prorrogar hasta el 31 de octubre la entrada de los mismos en sus transportes a la espera de culminar una propuesta de regulación definitiva en la que están trabajando.
La misma situación se extiende a otros puntos del continente europeo fuera de las fronteras españolas. El caso más similar al de Madrid es el de Londres que ya desde el 13 de diciembre de 2021 impide viajar con patinetes eléctricos en sus autobuses, metros, trenes o tranvías alegando “motivos de seguridad” tras una investigación Transport for London (TfL), el consorcio en el que se agrupa el transporte público de la capital británica.
Más drástico es el caso de París, donde se ha retirado el servicio municipal de patinetes eléctricos tras promover el ayuntamiento de la capital francesa un referéndum el pasado mes de abril a tal efecto.
Al contar con una mayoría del 90% contraria a que estos siguieran en las calles desde el pasado 1 de septiembre estos aparatos desaparecieron. Eso no implica que no se puedan mover por la ciudad, pero sí que la oferta se ha reducido considerablemente.
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