REDACCION | Viernes 22 de diciembre de 2023
Es un soniquete muy característico de este 22 de diciembre. No hay Navidad sin los «miiiil euuuros» que cantan los niños de San Ildefonso, que son los encargados de leer los números elegidos por el azar que determinan los premios del sorteo de la Lotería de Navidad.
Durante sus más de dos siglos de existencia, el sorteo de la Lotería de Navidad ha evolucionado en varios aspectos. En sus inicios, el sorteo se realizaba en formato de tómbola, donde se extraían los números ganadores de forma manual. Con el avance de la tecnología, este proceso se ha modernizado y ahora se utiliza un sistema informático para llevar a cabo el sorteo.
Los niños de San Ildefonso son una parte fundamental del sorteo de la Lotería de Navidad. Estos pequeños son los encargados de cantar los números y premios que salen en el sorteo, creando una atmósfera mágica y emocionante. Esta tradición se remonta a más de doscientos años atrás, siendo la primera vez que los niños de San Ildefonso participaron en el sorteo de Navidad en el año 1771.
El papel de los niños de San Ildefonso en el sorteo de la Lotería de Navidad es muy especial. Cada uno de ellos tiene asignado un número y una tabla para cantar los premios. Durante el sorteo, los niños van cantando los números agraciados y los premios, creando una gran expectación y nerviosismo entre los asistentes y televidentes. Su voz clara y entonada es todo un símbolo de la Navidad y del sorteo de la Lotería.
El primer premio, conocido como "El Gordo", es uno de los momentos más emocionantes del sorteo.
No se puede precisar una fecha fundacional concreta para el Colegio Municipal de San Ildefonso. Sin embargo, parece que su origen se halla en las guerras y la peste que asolaron Castilla desde mediados del siglo XIV hasta mediados del siglo XV.
Se trata de una institución que nace para albergar a los niños más desfavorecidos y es, desde su fundación, dependiente y sostenida por la Villa de Madrid, su carácter municipal es una de sus señas de identidad.
Durante siglos ha sido una institución educativa destinada exclusivamente a dar una educación a los niños y niñas más vulnerables. Hasta el año 1973 no se admite la entrada de alumnos externos del barrio, siempre varones, y en el año 1981 ingresan las primeras niñas.
Con la entrada en vigor de diferentes leyes y decretos en materia de menores (Ley 21/1987, Decreto 121/1988, ley 6/1995) y de la LOGSE (1990), la Institución se divide en dos: El Colegio Público de San Ildefonso --hoy uno más en la red de centros dependientes de la Comunidad de Madrid-- y la Residencia San Ildefonso del Ayuntamiento de Madrid, que continúa con la labor de albergar a niños y niñas para darles una educación de calidad y los escolariza en diferentes colegios.
La Residencia San Ildefonso del Ayuntamiento de Madrid es la encargada de dar continuidad a la tradición de cantar la Lotería que se inició el 9 de marzo de 1771 cuando, por primera vez, el alumno Diego López participó en un sorteo de Lotería.
Finalizada la estancia de los menores en la Residencia, Loterías y Apuestas del Estado colabora con los estudios hasta el más alto grado de cualquier carrera universitaria que realicen los residentes.
14 niñas y 9 niños de San Ildefonso reparten los millones del sorteo de Navidad.-
Los ensayos para la preparación del sorteo de Navidad comienzan a principios del mes de octubre, por lo que quienes participan en los mismos están aproximadamente dos meses y medio preparándose para este gran día, según explica la directora de la Residencia-Internado de San Ildefonso de Madrid, Carmen Jiménez.
En una entrevista concedida , Jiménez detalla que cada año se invita a participar "de manera voluntaria" a todos los menores de la Residencia a partir de los 8 o 9 años. "Deben conocer los números y tener altura suficiente para introducir las bolas en los bombos", destaca.
Una vez se han presentado voluntariamente quienes quieren participar en el tradicional sorteo, según matiza Jiménez, se lleva a cabo "una prueba de voz, ensayando número y premio y posteriormente el equipo valora qué niños y niñas acudirán ese día". "La verdad es que suelen ir casi todos", reconoce.
A continuación, se van probando las parejas. "Una vez formadas, cada profesional se responsabiliza del ensayo y la preparación con un número concreto" de ellas. "A lo largo del proceso pueden variar las parejas establecidas inicialmente", matiza la directora.
Preguntada sobre si es importante que los menores sean habilidosos en materias concretas como las matemáticas o la lengua, la responsable de la Residencia-Internado de San Ildefonso de Madrid explica que "tener destreza en ambas materias siempre es recomendable, especialmente en el conocimiento de los números, en la fluidez verbal o en la dicción adecuada".
Este año se han presentado voluntarios para participar en el sorteo de Navidad 2023 en torno a unos 35 menores y han sido seleccionados 23 (14 niñas y 9 niños), de edades comprendidas entre 8 y 14 años. De los participantes, para algunos es su primer sorteo mientras que otros ya tienen experiencia.
"Como en otros campos, los veteranos aportan experiencia, trucos para no ponerse nerviosos y conocimientos sobre el modo de realización del sorteo. Los nuevos, la ilusión de su 'primera vez' y el deseo y las ganas de aprender de sus compañeros y compañeras", recalca Carmen Jiménez.
La mayor parte de los menores que participan en el Sorteo Extraordinario de Navidad son de nacionalidad española y sus familias, proceden de España, Portugal, Paraguay, Bolivia, Ecuador, República Dominicana, Perú, Marruecos, Guinea y Nigeria.
Por otro lado, Jiménez indica que el equipo del centro está compuesto por seis profesionales de la Residencia que participan de manera voluntaria, con diferentes perfiles que van desde la coordinación con Loterías y Apuestas del Estado, la preparación de los niños y niñas participantes, hasta la gestión del vestuario, pues "no hay que descuidar ningún detalle y siempre dedicando una atención personalizada". "Los diferentes perfiles son todos ellos complementarios, como las piezas de un puzzle, trabajando todos con un objetivo común", remacha.
Carmen Jiménez cuenta que, "para algunos niños y niñas, es más fácil la formación técnica y para otros la emocional, depende mucho de los caracteres de cada menor". Respecto a la formación técnica, señala se pone en práctica "de manera continuada" en los ensayos (lectura de números y premios, canto, tono, postura, introducción de las bolas, saludos).
En cuanto a la parte emocional, añade: "Supone la puesta en práctica de los recursos que les enseñamos el propio día 22, porque es el gran día en el Teatro Real, con todo el público, la presencia de los medios. Es el día de verdad. Ya no se trata de un ensayo. Se les enseña técnicas de relajación y dominio de los nervios, todo lo que tiene que ver con la gestión emocional".
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