Sala Dorada del Musikverein TERRY LINKE / RTVE
REDACCION | Domingo 31 de diciembre de 2023
Una cita imprescindible para los amantes de la música clásica que se da cada año el 1 de enero desde 1941 en la Sala Grande o Sala Dorada (Große Saal o Goldener Saal) de la Sociedad Musical, la Musikverein de Viena, adornada con las flores frescas de los jardines de la ciudad. Según la tradición, la música es principalmente de la familia Strauss: Johann Strauss padre, sus hijos Johann, Josef y Eduard, y el hijo de este, Johann Strauss III. Y en 2023 le toca a Franz Welser-Möst tomar la batuta para dirigir a la Filarmónica de Viena en la 83.ª edición de este concierto.
Desde 1959 es una producción de la televisión austriaca ORF, en coproducción con la Unión Europea de Radio-Televisión (UER-EBU-Eurovisión), que la retransmite a todo el mundo, con una audiencia de más 55 millones de telespectadores en Europa. Michael Beyer se hace cargo de la realización del Concierto por séptima vez, así como de la producción de ballet por décima ocasión.
Una cita que podrás seguir en La 1 o si lo prefieres, de manera online en RTVE Play, a partir de las 11:15 horas, con los comentarios de Martín Llade. El concierto tiene una duración aproximada de dos horas y media y también puedes escucharlo en RNE y Radio Clásica.
La televisión austriaca ORF produce desde 1959 el Concierto, en coproducción con la Unión Europea de Radiodifusión, que lo retransmite a más de 90 países.
Lo primero que vemos todos los años, tras la señal de Eurovisión, es el edificio de 1870 diseñado por el arquitecto danés Theophil von Hansen.
Una joya neoclásica cuya sala dorada es famosa también por su legendaria acústica nítida y corpórea. La veremos decorada, un año más, por el arte de los jardineros urbanos de la ciudad de Viena que tratan de encontrar una simbiosis visual con lo escuchado. Para ello han desplegado un mar de 30.000 anturios, claveles, rosas y lirios, cuyos tonos rosáceos y pastel iluminarán los elementos dorados de la sala vienesa al son de la música.
La orquesta del Concierto de Año Nuevo está formada por los mejores músicos de la Ópera Estatal de Viena, a la que acceden tras tres años de prueba. Surgió, hace 181 años, para satisfacer los conciertos filarmónicos de la capital austriaca.
Concierto Año Nuevo 2024
El programa del Concierto de Año Nuevo comienza con la ‘Marcha del Archiduque Albrecht’ de Karl Komzák Erzherzog; le sigue el vals ‘Bombones de Viena’ y la polka francesa ‘Fígaro’ de Johann Strauss; el vals ‘Para el mundo entero’ de Joseph Hellmesberger; y la polca rápida de Eduard Strauss ‘Sin frenos’.
En la segunda parte, la ‘Obertura de la opereta Waldmeister’, el ‘Vals póstumo’ y la ‘Polka del Ruiseñor’ de Johann Strauss; la polka de Eduard Strauss ‘El manantial de la montaña’; la nueva ‘Polka Pizzicato’ de Johann Straus; la polka ‘La perla ibérica’ de Joseph Hellmesberger; el vals ‘Ciudadanos de Viena’ de Carl Michael Ziehrer; ‘La Cuadrilla WAB 121’ de Bruckner; el galope ‘¡Feliz Año Nuevo!’ de Lumbye; y el vals ‘Delirio’ de Josef Strauss.
Como es habitual, el maestro Christian Thielemann y la Filarmónica felicitarán el año nuevo. Y se despedirán con el vals ‘En el bello Danubio Azul’, de Johann Strauss hijo y la ‘Marcha Radetzky’, de Johann Strauss padre.
El Ballet
El Ballet Estatal de Viena, bajo la dirección del coreógrafo Davide Bombana y con diseño de vestuario de Susanne Bisovsky, intervendrá en varios momentos, como en el interludio, con interpretaciones muy conocidas, como el célebre vals ‘En el bello Danubio Azul’.
Christian Thielemann
Trabaja en estrecha colaboración con la Filarmónica de Viena desde el año 2000. En 2019, subió por primera vez al podio del Concierto de Año Nuevo. Ha dirigido esta formación en conciertos en el Musikverein de Viena, en el Festival de Salzburgo y en giras por Japón, China, Europa y Estados Unidos.
Christian Thielemann es director titular de la Staatskapelle sajona de Dresde desde la temporada 2012/2013. Después de trabajar en la Deutsche Oper de Berlín, en Gelsenkirchen, Karlsruhe, Hannover y Düsseldorf, llegó a Nuremberg en 1988 como director musical general. En 1997, el berlinés regresó a su ciudad natal como director musical general de la Deutsche Oper Berlin antes de ocupar el mismo puesto en la Filarmónica de Múnich de 2004 a 2011. Además de su puesto directivo en Dresde, fue director artístico del Festival de Pascua de Salzburgo de 2013 a 2022. En septiembre de 2023, fue nombrado sucesor de Daniel Barenboim. A partir de la temporada 2024/25 asumirá su cargo de director musical general de la Staatsoper Unter den Linden.
Las tres propinas
Es bien sabido que, en el Concierto de Año Nuevo, el programa previsto no concluye la matiné. Siempre hay tres propinas, es decir, composiciones que se añaden al final y fuera de programa. Tienen un carácter especial pues están previamente establecidas desde 1958: una polca rápida que varía cada año (en 2024 será la Polca del yóquey, de Josef Strauss), seguida por el vals más famoso, Junto al bello Danubio azul, de Johann hijo, y la Marcha Radetzky, de Johann padre. Se da la casualidad de que esta triada de propinas es la misma que dirigió Carlos Kleiber, en 1989, quizá en la mejor edición en toda la historia del Concierto de Año Nuevo.
Dos tradiciones donde interviene el público
Hay dos tradiciones asignadas al público durante el Concierto de Año Nuevo. Una es la felicitación del nuevo año que realiza el director con la orquesta antes del vals Junto al bello Danubio azul. Aquí es habitual que el público interrumpa la música con aplausos al comienzo de la introducción del vals. El director proclama en alemán: “La Filarmónica de Viena y yo les deseamos…”; y la orquesta añadirá: “Feliz año nuevo”.
La otra tradición es el palmeo acompasado en la Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre, con la que termina. En muchas ocasiones se realiza bajo las indicaciones del director de orquesta. Es lo que ha quedado de un evento musical donde el público se comportaba en el pasado de forma más libre y natural.
¿Por qué el público palmea al final en la Marcha Radetzky?.-
Una de las particularidades más llamativas del Concierto de Año Nuevo es el palmeo acompasado del público en la Marcha Radetzky, de Johann Strauss padre, al final del mismo. En muchas ocasiones incluso bajo las indicaciones del mismísimo director de orquesta, que da la espalda a la Filarmónica de Viena. Es lo que ha quedado de la condición festiva de un concierto donde el público se comportaba en el pasado de forma libre y natural, algo que no se asocia hoy con los espectadores de un concierto de música clásica. Por la grabación radiofónica del concierto dirigido por Clemens Krauss en 1954 sabemos que el público reaccionaba con aplausos al escuchar sus composiciones favoritas, lo que obligaba a la orquesta a parar y volver a empezar.
Sin embargo, no palmeaba de forma acompasada durante la música. Esta tradición se inició en la época de Willi Boskovsky en los sesenta y setenta, cuando se estableció definitivamente la Marcha Radetzky como final del concierto, la continuó Lorin Maazel en los ochenta y adquirió carta de naturaleza definitiva cuando hasta el mismísimo Herbert von Karajan se volvió al público en 1987 para dirigirlo.
La otra particularidad es la felicitación del nuevo año que realiza el director con la orquesta antes del vals El bello Danubio azul. De hecho, aquí es habitual que el público interrumpa con aplausos el comienzo del vals. Aunque haya habido directores que han utilizado este momento para realizar un discurso más o menos breve, lo normal es que diga simplemente: "La Filarmónica de Viena y yo les deseamos"; a lo que responderá la orquesta: "Feliz año nuevo".
Queda dicho y deseado.
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