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CINE CLUB ALCARREÑO : "Godland" de Hlynur Palmason.

REDACCION | Domingo 14 de enero de 2024

Día 15 de enero. 20:00H. Multicines Guadalajara

GODLAND – (VANSKABTE LAND)

Dirección: Hlynur Palmason

Reparto: Ingvar Eggert Sigurdsson, Elliott Crosset Hove, Victoria Carmen Sonne, Jakob Ulrik Lohmann

Título en V.O: Vanskabte Land

Nacionalidad: Islandia

Año: 2022 Fecha de estreno: 11-08-2023

Duración: 143 min.

Género: Drama

Color o en B/N: Color

Guión: Hlynur Palmason

Música: Alex Zhang Hungtai

Fotografía: Maria von Hausswolff

Distribuidora: A Contracorriente Films

Sinopsis:

A finales del siglo XIX, un joven sacerdote danés llega a Islandia con la misión de construir una iglesia y fotografiar a sus habitantes. Pero, cuanto más se interna en aquel implacable paisaje, más se sume en las ansias de la tentación y el pecado.

Crítica de para Javier Ocaña para diario ELPAÍS:

Una película sobre los pioneros y acerca de la existencia de Dios y el poder de sus dos más relevantes creaciones, la Tierra y el ser humano —la primera como fuerza capaz de doblegar al segundo por medio de la ira de su naturaleza—, que es al mismo tiempo un wéstern y el mejor cine de aventuras, que es mística y es física. Tiene todo el sentido, porque los extremos a veces se tocan. Y el cine de autor, complejo y trascendente, seco y calmo, puede estar radicado en ciertos postulados del cine de género. Así, otorgándose sentido mutuo, se acaba componiendo una obra mayúscula.

Godland, tercer largometraje del islandés Hlynur Pálmason, presentado con excelente acogida en la sección Una Cierta Mirada del festival de Cannes, podría ser la película del verano para la cinefilia más exploradora, la que busca más allá de los confines, de lo que ven todos los demás. Como el protagonista, un sacerdote danés que a finales del siglo XIX recibe el encargo de su iglesia de viajar hasta la inhóspita Islandia, hasta “ese miserable rebaño de desgraciados y mediocres”, para conformar una iglesia y fotografiar a sus habitantes. De hecho, un texto inicial informa de que la historia está inspirada en las primeras fotos (solo siete) que se conservan de la costa de Islandia, realizadas con el procedimiento de colodión húmedo.

Junto a los conceptos de viaje, frontera y conquista del wéstern (aquí, en palabras de su director, casi sería mejor llamarlo northern) presentes con razón y continuidad en la primera mitad del relato, está el enfrentamiento entre dos energías: la del progreso, la mente, la espiritualidad, la sabiduría teológica y hasta la tecnología (y esa cámara fotográfica primigenia), representada por el pastor protestante; y la de las tradiciones, la fuerza física y la sabiduría del terruño, personificada en el hombre que lo guía desde la civilizada Dinamarca hasta la desapacible Islandia, tierra sin árboles, porque no crecen o se los comen los animales, en un tiempo en el que el segundo país aún no estaba independizado del primero. Un fascinante combate mente-cuerpo que, de todos modos, termina fusionándose porque en ese trayecto moral, además de físico, que supone la conquista del nuevo territorio, ambos hombres se contaminan el uno al otro hasta confundirse.

Película de una deslumbrante plasticidad tan etnográfica como pictórica, Godland aparece además en la pantalla con unas formas desacostumbradas, que encajan a la perfección con aquel origen fotográfico: en formato 1.33:1, estrecho, casi cuadrado, y con las cuatro esquinas del encuadre redondeadas, a la manera de las más añejas imágenes. La impresión para el espectador, por tanto, es la de otro viaje, este cinematográfico, hasta un tiempo, un lugar y unas formas en las antípodas de la sala en la que se disfruta el espectáculo, que también lo es.[..]. El sacerdote protagonista es un hombre de la iglesia al que Dios, por medio de su creación, la Tierra, intimida con su omnipotencia, degradándolo hasta la toma de conciencia de su insignificancia. Godland, cinematográficamente, también nos muestra nuestra pequeñez ante una pantalla suprema.

Tráiler:

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