En estos principios de siglo XXI, marcados por la mediocridad, la incompetencia de los dirigentes que nos gobiernan y la falta de principios y valores que han venido conformando a la condición humana hasta hace bien poco, recuerdo, leo y releo frecuentemente aquel “Auge y caída de las grandes potencias” de Paul Kennedy que me recomendó mi primer preparador para las oposiciones al Cuerpo Diplomático. El libro, en esencia, hace un repaso de cómo, en los últimos 500 años, las grandes potencias que realizaron un importante esfuerzo inversor en maquinaria de guerra y poderío militar se convirtieron en grandes imperios.
Si hoy día, cambiamos países por entidades supranacionales con intereses privados y maquinaria militar por nuevas tecnologías (Inteligencia Artificial, incluida), el resultado es el mismo…(más que recomendable la lectura de “La era del Capitalismo vigilante” de la socióloga Shosana Zuboff
Bajando más al barro-nunca mejor dicho- de este país, todavía llamado España, el Auge del PSOE se sitúa en octubre de 1982 cuando Felipe González consiguió 202 escaños y la Caída del PSOE cuando, también en octubre pero de 2016, un joven llamado Pedro Sánchez fue pillado metiendo votos en una urna, detrás de una cortina, en un Comité Federal del PSOE... José Antonio Pérez Tapias, líder de la corriente Izquierda Socialista, y uno de los apoyos firmes del interfecto, abandonaba la sede de Ferraz con cara de susto diciendo una y otra vez "El partido está roto, el partido está roto".
A partir de ahí, el PSOE comienza una larga agonía bajo el control férreo del partido por parte de Pedro Sánchez.
A nivel de militancia, es difícil cuantificar la sangría de bajas que ha sufrido el PSOE.
Unas fuentes las calculan en más de 60.000, otras dicen que no llegan a las 40.000, los oficialistas (que cobran del partido, y por lo tanto, defienden su cocido) manifiestan con vehemencia que son unas 15.000 las bajas, ya que hay que distinguir entre “afiliados, militantes y simpatizantes”…La cuestión es que “Muchos de los afiliados que se han dado de baja han sido incorporados, a veces sin saberlo, en el listado de simpatizantes”…El trilero ha enseñado debidamente sus argucias a sus discípulos de partido.
Sea como fuere, y al margen de la guerra de cifras del número de militantes del PSOE, lo cierto es que la socialdemocracia hace tiempo que perdió el rumbo ideológico y hoy día en la Unión Europea, de los 27 apenas forman gobierno en cinco países del entorno europeo (el melón empezó con la desaparición de los socialistas griegos, cayeron los socialistas franceses -en las presidenciales, apenas sacaron el ¡1,7%! de los votos-, italianos, etc y el último en caer ha sido el caso portugués, envuelto en asuntos de corrupción…).
El PSOE en España no se ha ocupado de los problemas que verdaderamente preocupan a los ciudadanos : el empobrecimiento de la clase media, la crisis económica provocada por el Covid, el aumento de los tipos de interés de las hipotecas, el aumento de la presión fiscal, la no deflactación del IRPF, el desorbitante aumento del precio de la cesta de la compra, las interminables listas de espera sanitarias, etc etc,.
El 57% de los españoles que tiene dificultades para llegar a fin de mes contempla atónito como el PSOE se entretiene y dilapida el dinero de sus impuestos en asuntos-accesorios, pero no esenciales- tales como la ecología, el enfrentamiento entre feministas y colectivos de LGTBI, experimentos de ingeniería social con más de 15 formas distintas de familias, la prohibición de comer carne roja o la no renovación del Consejo General del Poder Judicial (según el último CIS de Tezanos es el penúltimo problema por el que se preocupan los españoles, el último puesto lo ocupan las medidas contra el cambio climático…)
Si a este divorcio del PSOE con los auténticos problemas de la sociedad española le sumamos la deriva separatista, la quiebra del Estado de Derecho y la ruptura del principio de igualdad entre españoles en la que Pedro Sánchez está metiendo a España simplemente para mantenerse en el poder con el chantaje de los siete votos imprescindibles en manos de los independentistas condenados, indultados y ahora, si Dios no lo remedia, …amnistiados, no es de extrañar que ayer el ex secretario general del PSOE de Euskadi, Nicolás Redondo, y el exalcalde de A Coruña, Francisco Vázquez denunciaran que el PSOE actual es un partido de autocracia, que ha roto con su pasado constitucional, "un oportunismo político que obedece a mantenerse en el poder, no a un planteamiento ideológico. Se está volviendo a resucitar las dos Españas, rompiendo la idea del consenso y el diálogo".
Así las cosas, y ante la orfandad de cientos de miles de votantes españoles que anhelan un partido de izquierdas que defiendan la integridad territorial de España, así como la igualdad de derechos, deberes y oportunidades de toda la ciudadanía, sin importar en qué parte del territorio residan. Defiendan que competencias públicas, como la Educación, la Sanidad, la Seguridad, la Justicia, la Fiscalidad y la política Medioambiental, sean competencia exclusiva del Estado central. Promuevan un modelo territorial unitario, simétrico, igualitario y centralizado políticamente, formado por unidades administrativas racionales que no respondan a otro interés que al bien común con una defensa del español como lengua común de todos los españoles promoviendo su uso prioritario en las instituciones estatales, así como el derecho a su uso en todos los ámbitos, y el derecho a estudiar en español en todo el territorio de España.
Esto es esencia lo que un abogado de 34 años y director del 'think tank' El Jacobino, llamado Guillermo del Valle (junto con otras ilustres personas del PSOE, IU y Ciudadanos, entre otras) ha registrado e inscrito como principios inspiradores de un nuevo partido político llamado Izquierda Española.
Ahí queda eso…