Además, hasta el 15 de mayo, se puede admirar en el Palacio Ducal la exposición Fernando Sevillano 'Sevithinker', con 10 grandes tablas, pintadas empleando tintes de madera al agua y tinta, de diferentes monumentos y lugares emblemáticos de la provincia de Guadalajara que reflejan colores muy vivos y transmiten sensaciones de naturalidad y frescura.
Además de las tradiciones, que se van sucediendo en estos días, como la de plantar el mayo, que, gracias a la comisión de fiestas se ha vuelto a hacer a mano, con la colaboración del Ayuntamiento, o la decoración de la Cruz de Mayo (3 de mayo) en la reja de la Casa Consistorial, son muchas las efemérides históricas que ocurrieron en primavera en la Villa Ducal, o que tienen que ver con ella. Por eso, los guías turísticos de Cogolludo cuentan en las visitas a la villa ducal de estos días.
En Cogolludo hay que hablar de la familia Mendoza, puesto que los Medinaceli, familia noble dueña del Palacio Ducal, primer monumento renacentista fuera de Italia, emparentaron con ellos.
La casa de los Mendoza es una casa nobiliaria española y tiene sus orígenes en la localidad de Mendoza en Álava. Llega a Castilla en el siglo XIV. El primer Mendoza alcarreño nacido en Guadalajara fue don Pedro González de Mendoza, hijo de Gonzalo Yáñez de Mendoza y de Juana López de Orozco (no el gran Cardenal Mendoza con el que coincide en su nombre), toma protagonismo en la Batalla de Aljubarrota. La batalla de Aljubarrota se libró entre el Reino de Portugal y la Corona de Castilla, acontecida al final de la tarde del 14 de agosto de 1385, entre tropas portuguesas e inglesas al mando de Juan I de Portugal y de su condestable Nuno Álvares Pereira, con apoyo de aliados ingleses, y el ejército castellano de Juan I de Castilla, del que formaba parte la mayoría de la nobleza portuguesa, y que contaba con sus aliados aragoneses, italianos y franceses.
Pedro González de Mendoza muere, después de salvar la vida del rey en el campo de batalla. Retirándose las tropas castellanas en la batalla de Aljubarrota y encontrándose el monarca con su caballo muerto, Pedro González de Mendoza le ofreció al rey su propia montura para que no cayera prisionero. El rey le pidió que subiera a la grupa del caballo y huyeran los dos pero él rehusó noblemente y dijo: "No quiera Dios que las mujeres de Guadalajara digan que aquí se quedan sus hijos y maridos muertos y yo vuelvo allá vivo". Gracias a su heroicidad, su hijo, Diego Hurtado de Mendoza, obtiene el título de Almirante de Castilla. Diego Hurtado de Mendoza contraería matrimonio con doña María, hija ilegítima de Enrique II de Trastámara. La dote que el Rey Enrique II hace a su hija María al desposarse con el Mendoza incluye la villa de Cogolludo. Del matrimonio nace una niña, doña Aldonza de Mendoza.
El Almirante de Castilla hace testamento en El Espinar, en Segovia, un 2 de abril de 1400 y deja Cogolludo, su tierra y su castillo a doña Aldonza de Mendoza, que toma posesión del Castillo que entonces había en la villa serrana el 15 de mayo de mayo. Doña Aldonza se convierte así en señora de Cogolludo. Y, con ello, los Mendoza toman posesión de la villa ducal.
Después de que don Gastón de la Cerda, IV conde de Medinaceli contrajese matrimonio con Leonor de la Vega y Mendoza , una de las hijas del I Marqués de Santillana, se produce la unión entre los Medinaceli, descendientes de Alfonso X " el Sabio" y la todopoderosa familia Mendoza.
Y es el hijo de ambos, don Luis de la Cerda, V Conde y I Duque de Medinaceli quién va a construir el extraordinario palacio, realiza el ensanche renacentista y erige la muralla que rodeaba Cogolludo.
El 8 de abril de 1493 se celebró la boda de Leonor, hija del I Duque de Medinaceli, Luis de la Cerda, con Rodrigo Díaz de Vivar y Mendoza, hijo del gran Cardenal Mendoza, también de nombre Pedro González de Mendoza, precisamente en Medinaceli. Doña Leonor muere sólo cuatro años después, también el 8 de abril. De la relación nació un niño, Luis, que también falleció prematuramente. Fue así como la dote que da el duque de Medinaceli a la familia Mendoza tiene que ser devuelta, de esta manera, Cogolludo vuelve a pasar a manos de los Medinaceli.
Otra de las efemérides históricas de esta primavera que tiene que ver con Cogolludo es el nacimiento del propio Cardenal Mendoza, el tres de mayo de 1428. Era tío del Duque de Medinaceli, y la cabeza visible de la familia Mendoza, pese a no ser el primogénito. Fue un auténtico mecenas. Muchos de los monumentos que se erigieron gracias a él, llevan el sobrenombre de la Santa Cruz, por ser el 3 de mayo, el día de la Santa Cruz. Pedro González de Mendoza ya era cura en Hita a los doce años, arcediano en Guadalajara a los 14, y a los 26, obispo de Calahorra. El Cardenal Mendoza obtiene en 1467 la mitra de Sigüenza y el capelo cardenalicio en 1473 fecha en que es nombrado arzobispo de Sevilla con retención del episcopado seguntino y Enrique IV le hace Canciller Mayor de Castilla. En 1479 Luis IX de Francia le nombra abad de Fiscamp en Francia e Isabel la católica abad en Valladolid. Fue capitán general de la Batalla de Toro, confesor de la reina Isabel la Católica, y apodado el tercer rey, por el gran poder que acumulaba en la sombra. Tuvo tres hijos, de dos mujeres distintas, “los lindos pecados del cardenal”, como los llamaba la reina Isabel la Católica. 2 hijos con Mencía de Lemos dama portuguesa al servicio de la reina Juana de Portugal y 1 hijo de una joven llamada Inés de Tovar.
Muchas de estas efemérides tienen que ver, se gestaron o acontecieron en el Palacio Ducal de Cogolludo, que también alberga muchas y variadas exposiciones. Hasta el 15 de mayo, el día en el que doña Aldonza de Mendoza toma posesión de Cogolludo, se puede admirar en el Salón Rico de Palacio, la de Fernando Sevillano 'Sevithinker'. Son 10 grandes tablas, pintadas empleando tintes de madera al agua y tinta, de diferentes monumentos y lugares emblemáticos de la provincia de Guadalajara que reflejan colores muy vivos y transmiten sensaciones de naturalidad y frescura.