El compromiso con la divulgación y el acercamiento de la astronomía al gran público también se pondrá de manifiesto en la ‘quedada’ que se celebra el viernes en Marchamalo con motivo de la II Semana de la Ciencia
REDACCION | Jueves 07 de noviembre de 2024
Iluminada al 56% y a 372.000 kilómetros de la Tierra, al norte se distinguirá en su superficie el oscuro cráter Platón cuyo diámetro se extiende cien kilómetros y se sitúa en el extremo oeste del valle Alpino, que tiene una longitud de 150 kilómetros. A mitad de altura se podrá apreciar el formidable cráter Eratóstenes, que custodia el golfo de las Mareas. En este sector y de sur a norte se apreciará en todo su esplendor el circo de cordilleras que conforman los montes Apeninos, Caúcasos y Alpes. Un poco más abajo, el formidable trío que forman los cráteres de impacto Alzachel, Alphonsus y Ptolomeo, con sus más de 150 kilómetros de diámetro. Y en el sur el cráter Tycho, uno de los más emblemáticos de la superficie lunar, con sus eyectas radiales blancas de miles de kilómetros de longitud, y más al sur y cerca de este el imponente cráter Clavius con sus 250 kilómetros de perímetro. Fieles a la cita, también se observarán buena parte de los oscuros mares lunares, desde el mar de la Tranquilidad donde en julio de 1969 alunizó la misión Apolo XI, hasta el mar de la Serenidad pasando por los mares de la Fecundidad, del Frío, de los Vapores o de las Crisis.
Son los accidentes geográficos más significativos que este sábado 9 de noviembre se podrán ver desde el parque de Adoratrices de Guadalajara con motivo de la Noche Internacional de Observación de la Luna, evento que convoca a nivel mundial la agencia espacial NASA y que en nuestro país cuenta con la colaboración de la Federación de Asociaciones Astronómicas de España (FAAE). La Noche Internacional de Observación de la Luna es una efeméride anual que fomenta la observación, importancia y conocimiento de nuestro satélite natural, así como su conexión con la ciencia y exploración planetaria de la NASA. Organizado por la Agrupación Astronómica de Guadalajara (AstroGuada) con la colaboración del Ayuntamiento de Guadalajara, los vecinos de la capital y del resto de la provincia están invitados a participar de forma activa en esta observación pública y gratuita. Para la ocasión se dispondrán más de una docena de telescopios de distintos tipos y aperturas para que los participantes puedan conocer y comparar la resolución, alcance y características de cada uno de los equipos.
‘La luna es decisiva para entender la vida en nuestro planeta, de ahí que su importancia sea capital para, por ejemplo, regular y medir el tiempo tal y como lo entendemos hoy’, explica Antonio García-Blanco, presidente de AstroGuada. Sin ir más lejos, nuestro satélite natural evita que la Tierra se tambalee demasiado sobre su eje, lo que contribuye a estabilizar el clima y garantiza que nuestro planeta es un lugar seguro para vivir. Sin la luna, la inclinación de la línea imaginaria alrededor de la que giramos podría variar de forma significativa, lo que alteraría drásticamente el clima y provocaría estaciones más extremas. Por no hablar de la atracción gravitatoria de la luna, que juega un papel crucial en los movimientos periódicos de las mareas, esenciales para mantener la salud de los ecosistemas costeros y la circulación de los nutrientes y la vida marina. Desde la Tierra observamos siempre la misma cara de la luna porque ésta gira sobre su propio eje a la misma velocidad que lo hace alrededor de nosotros, es decir, está en rotación síncrona con respecto a nuestro planeta. Si la luna desapareciese de repente, la Tierra giraría entre tres y cuatro veces más rápido, por lo que un día duraría entre seis y ocho horas. Además, nuestro planeta registraría vientos huracanados de casi 500 km/h, se generarían olas catastróficas y mortales que arrasarían los litorales, viviríamos la peor glaciación jamás conocida, la mayoría de los cultivos morirían y las faunas marina y terrestre prácticamente desaparecerían.
Aunque la luna acaparará el protagonismo en este evento, en el firmamento también estarán a tiro de los telescopios de los socios de la Agrupación Astronómica de Guadalajara otros objetos celestes no menos interesantes. Como el planeta Venus, conocido como el ‘lucero del alba’’, que se podrá observar en los primeros momentos antes de su ocaso por el oeste. O el gigante gaseoso Júpiter acompañado por las lunas Ío, Ganímedes, Calisto y Europa, descubiertas en 1610 por Galileo Galilei, o el señor de los anillos con sus lunas Titán, Jápeto o Rhea girando alrededor de Saturno. Pero también los cúmulos globulares M13 y M15 en las constelaciones de Hércules y Pegaso, respectivamente, o las nebulosas del Anillo (M57) en la Lira, Dumbbell (M27) en la Zorra o del Velo (NGC 6960) en la constelación del Cisne. AstroGuada acaba de cumplir su primer lustro desde que se constituyó en el otoño de 2019 y, además de la defensa y preservación de los cielos oscuros de la geografía provincial y aglutinar a los aficionados a la astronomía de Guadalajara, actividades como la Noche Internacional de Observación de la Luna también contribuyen a ‘despertar vocaciones entre los más jóvenes, promover el conocimiento de los objetos celestes más cercanos a nuestro planeta y demostrar que una noche bajo las estrellas puede ser tan apasionante como ilustrativa’, invita Antonio García-Blanco, presidente de AstroGuada.
Este compromiso con la divulgación y el acercamiento de la astronomía al gran público, que está en el decálogo de los objetivos de la Agrupación Astronómica de Guadalajara, también se pondrá de manifiesto en la ‘quedada’ que este viernes 8 de noviembre se celebra en el parque de las Cúpulas de Marchamalo. Un evento que estrena la II Semana de la Ciencia que organiza el ayuntamiento marchamalero y cuyo programa incluye una docena de actividades a lo largo de este mes de noviembre.
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