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CINE CLUB ALCARREÑO : “La quimera” de Alice Rohrwacher

REDACCION | Domingo 01 de diciembre de 2024

Día 2 de diciembre. 20:00H. Multicines Guadalajara

LA QUIMERA

Dirección: Alice Rohrwacher

Reparto: osh O’Connor, Carol Duarte, Vincenzo Nemolato, Isabella Rossellini, Alba Rohrwacher

Título en V.O: La chimera

Nacionalidad: Italia

Año: 2023

Fecha de estreno: 19-04-2024

Duración: 130 min. Género: drama

Color o en B/N: Color

Guión: Alice Rohrwacher, Carmela Covino, Marco Pettenello

Fotografía: Hélène Louvart

Distribuidora: Elástica Films

Sinopsis:

Todos tenemos una quimera, algo que deseamos hacer, tener, pero que nunca encontramos. Para la banda de 'tombaroli', los ladrones de antiguas tumbas y de yacimientos arqueológicos, la quimera es soñar con dejar de trabajar y hacerse ricos sin esfuerzo. Para Arthur, la quimera se parece a Benjamina, la mujer a la que perdió. Con tal de encontrarla, Arthur se enfrentará a lo invisible, indagará por todas partes, penetrará en la tierra, decidido a encontrar la puerta que lleva al Más Allá de que hablan los mitos. En su osado recorrido entre vivos y muertos, bosques y ciudades, fiestas y soledades, los destinos de los personajes se cruzan, todos en busca de su quimera.

Crítica de Sergi Sánchez para diario LA RAZÓN:

“La quimera” se sitúa, como la carta de “El Colgado” que representa su cartel promocional, entre el cielo y la tierra, observando el mundo desde un limbo invertido. Como Arthur (espléndido Josh O’Connor), un arqueólogo inglés con un sexto sentido para detectar lo que permanece oculto al resto de los mortales, la película se despliega en un estado de suspensión perpetua, levitando entre los vivos y los muertos, entre las reliquias de una cultura milenaria y la revisión ‘povera’ del mito de un Orfeo enamorado.

Tal vez lo más hermoso de “La quimera” es lo difícil que es describirla, acercarse a sus derivas: como ocurría en “Lazzaro Felice”, Alice Rohrwacher digiere la tradición de la historia del cine de su país -con parada y fonda en Rossellini y, sobre todo, Pasolini- para imaginar cómo sería una Italia bajo el signo del matriarcado, cómo filmar la pasión por un fantasma, qué secretos esconde una tumba etrusca, cómo susurran esos objetos preciosos que no están hechos para los ojos de los hombres sino para sus almas. El resultado es menos etéreo de lo que parece, tal vez porque Rohrwacher, que experimenta con diferentes formatos y texturas de la imagen con una osadía nada impostada, hace un cine físico, tectónico, que encuentra la espiritualidad en lo humano y en lo rocoso. Y así, colgados de la belleza de “La quimera”, como perplejos, ya no sabemos escapar de sus enigmas.

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