La administración de lotería Doña Manolita, con más de 120 años de historia, es un símbolo de ilusión en Madrid. En la cuenta atrás para el sorteo de Navidad, Cristina Baigorri de MadridNoticia explora este icónico establecimiento junto a Bosco Castillejo, su Responsable de Marketing y E-commerce. Descubre anécdotas y tradiciones que han marcado su trayectoria desde su apertura en 1904. Con más de 80 premios gordos repartidos, Doña Manolita sigue siendo un emblema de suerte y esperanza en la capital española, adaptándose a los tiempos modernos con ventas online sin perder el encanto de las colas en su ubicación actual en la calle del Carmen.
Con más de 120 años de historia, la administración de lotería Doña Manolita se ha consolidado como un símbolo de ilusión en Madrid. A medida que se acerca el sorteo de Navidad, Cristina Baigorri de MadridNoticia visita este emblemático lugar para descubrir, junto a Bosco Castillejo, Responsable de Marketing y E-commerce, las anécdotas, tradiciones y transformaciones que han definido su trayectoria como el sitio donde la suerte cobra vida.
A pocos días del tan esperado sorteo de la Lotería de Navidad, Cristina Baigorri ha llevado los micrófonos de ;MadridNoticia ;a la icónica administración Doña Manolita. Este establecimiento, que ha perdurado durante más de un siglo, continúa siendo un faro de esperanza en la capital española. Bosco Castillejo ha compartido algunos secretos que han convertido a este punto de venta en uno de los más reconocidos del país.
La administración de lotería Doña Manolita abrió sus puertas por primera vez en 1904 en la calle San Bernardo. Posteriormente, se trasladó a la Gran Vía en 1931 y desde 2011 se encuentra ubicada en la calle del Carmen, donde cada año miles de personas hacen fila con la esperanza de comprar el décimo ganador.
Según Bosco Castillejo, la leyenda sobre la suerte asociada a Doña Manolita comenzó tras un viaje a Zaragoza. "Se dice que Doña Manolita pasó sus décimos por el manto de la Virgen del Pilar, y desde entonces no ha dejado de repartir grandes premios", explica.
El 22 de diciembre es una fecha crucial para esta administración. Bosco describe cómo el equipo vive ese día lleno de emociones: "Desde julio hemos estado vendiendo los décimos de Navidad, y el sorteo es como el cierre final a toda nuestra campaña. Es un día emocionante, repleto de prensa, curiosos y compradores llenos de ilusión".
Aunque muchos ganadores no visitan la administración, algunos afortunados con quintos premios sí pasan por Doña Manolita para celebrar su suerte. "Es increíble ver las caras felices de quienes ganan. La alegría se contagia entre todos los presentes", añade Bosco.
A pesar del legado tradicional que rodea a Doña Manolita, esta administración ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos. La venta online ha experimentado un notable crecimiento, permitiendo a clientes de toda España adquirir sus décimos desde cualquier lugar.
No obstante, el encanto de hacer cola en la calle del Carmen sigue siendo insustituible. Según Bosco, durante los días más concurridos las filas llegan hasta la Gran Vía; sin embargo, avanzan rápidamente gracias a una excelente organización.
Entre las costumbres que perduran destaca la entrega de los décimos boca abajo en una carterita especial y el paso de los boletos por un bronce conmemorativo del centenario de la administración. "Estas tradiciones son parte integral de la magia que envuelve a Doña Manolita y son muy valoradas por nuestros clientes", asegura Bosco.
Más que una simple administración, Doña Manolita es un verdadero icono madrileño, convirtiéndose en un punto de encuentro para locales y visitantes que desean compartir la ilusión navideña.
Con más de 80 grandes premios repartidos a lo largo de su historia, Doña Manolita sigue siendo sinónimo tanto de suerte como de esperanza. Como concluye Bosco: "Os esperamos el día 22 para vivir juntos la emoción del sorteo. Aquí siempre está presente la suerte".
La administración de lotería Doña Manolita abrió sus puertas por primera vez en 1904 en la calle San Bernardo. Desde 1931 se encuentra en la Gran Vía y, desde 2011, en la calle del Carmen, donde miles de personas hacen cola cada año para adquirir el décimo ganador.
Según Bosco Castillejo, la leyenda comenzó gracias a un viaje a Zaragoza, donde se dice que Doña Manolita pasó sus décimos por el manto de la Virgen del Pilar, lo que le trajo suerte y premios gordos.
El 22 de diciembre es un día lleno de emociones para la administración. Desde julio se venden los décimos y el sorteo es considerado el broche final a toda la campaña, con prensa y compradores llenos de ilusión.
A pesar de su rica tradición, Doña Manolita ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, aumentando considerablemente su venta online, aunque el encanto de hacer cola en su ubicación sigue siendo insustituible.
Entre las costumbres destacadas está la entrega de los décimos boca abajo en una carterita especial y el paso de los boletos por un bronce conmemorativo del centenario de la administración.
Doña Manolita es más que una administración de lotería; es un icono de Madrid y un punto de encuentro para quienes buscan compartir la ilusión navideña. Ha repartido más de 80 premios gordos a lo largo de su historia.