DEPORTES

Orgullo Blanco

El Madrid

Jesús Romera

Miércoles 22 de octubre de 2014
S e ha declarado el estado de optimismo en el madridismo. Aunque todavía estamos en octubre y quedan siete meses de exigente competición, esto pinta bien… Tras las dos ligas ganadas de forma consecutiva con Calderón, no hemos rascado nada y todos los madridistas queremos visitar a la diosa Cibeles. Creo que sí. La vamos a visitar.



El equipo empieza a jugar bien, movidos magistralmente por mi admirado Mou, de forma vertiginosa, cual piezas de ajedrez, pero a ritmo de Play Station o Psp. Tanto mejor es nuestro juego, como que el del Barça va a menos, se desinfla como los globos de Bob Esponja que hemos comprado durante este pasado verano.

El ciclo del Barça está llegando a su fin. Sus jugadores ya no disfrutan, los rivales les “han calado” hace tiempo, Guardiola ya no es capaz de dirigir la nave, Rosell divide a la masa social. Mientras tanto Cruyff se “mosquea” y vuelve a criticar con dureza al Real Madrid y la prensa catalana ya no es tan servilista. El guión perfecto parece escrito por el mismo madridismo.

M ención especial merece Raúl, sin ánimo de ser oportunista. El actual delantero del Shalke 04 será mejor o peor jugador, el eterno debate, pero sus números, traducidos en goles, le avalan y ya se ha convertido en leyenda viva del fútbol mundial. No le echo de menos, su salida del Madrid tenía que haber llegado, incluso antes. Pero mi respeto es inmenso, el mismo que le profeso a Guti.

A ambos les esperaremos, como dos madridistas más, será la gran noche merengue, esa en la que todos celebraremos la conquista de la esperadísima décima Copa de Europa o Campions League. ◆

Noticias relacionadas