Izquierda Unida denuncia que la nueva adjudicación del servicio de autobuses urbanos es insostenible económicamente

Para Maximiliano el nuevo modelo de transporte público planteado por el gobierno Popular sólo busca abaratar los costes del servicio y no la mejora de la calidad “se han reducido los vehículos de 30 a 23, los kilómetros en 700.000, se eliminan líneas, horarios y paradas al mismo tiempo que se incrementan de forma notable las tarifas para los usuarios, con medidas como estas es imposible mejorar el servicio”. Tampoco ha querido olvidar Maximiliano la negativa repercusión que estos recortes van a tener sobre el empleo, calculando en aproximadamente 12 el número de empleos que se perderán cuando entre en funcionamiento la próxima primavera.

También han recordado desde IU, que este proceso de reestructuración del servicio de autobuses ha estado marcado por la ausencia de la participación de los ciudadanos y por la falta de previsión y la negligencia en algunos aspectos como la implantación de la tarjeta XGuada, tarjeta imprescindible para acogerse a las reducciones en las tarifas.

En cuanto a la adjudicación a la empresa ALSA, Maximiliano ha señalado que la oferta presentada ha sacado a la luz las importantes carencias del Pliego de Condiciones y vuelve a dejar en evidencia los argumentos esgrimidos en defensa de la gestión privada de los servicios públicos. “ALSA ha ganado el concurso con una oferta inviable económicamente, en la que reconoce que a lo largo de los 10 años que dura el contrato acumulará más de 4 millones de euros de pérdidas”, “y lo más sorprendente –continúa- es que el pliego de condiciones no contempla esta causa como un motivo para desestimar la oferta”.

Maximiliano ha explicado como se ha llegado a esta situación, indicando que por una parte el Pliego de Condiciones facilita una deficiente justificación de los ingresos procedentes de los viajeros de pago por parte de la empresa, lo que ha llevado a que ALSA oferte ingresos por este concepto por 2.573.991 euros anuales, 369.511 euros más que los ingresos garantizados por el consistorio, sin acreditar como lo va a conseguir y por otra “y lo que es más significativo”, porque permite que la empresa en aras de conseguir el contrato, se permita ofertar mejoras gratuitas, es decir a cargo de la empresa, por importe de casi 7 millones de euros cuando ALSA reconoce beneficios en los diez años por la tercera parte, algo más de 2,6 millones “o lo que es lo mismo, con las cifras en la mano ALSA dice que no sólo no va a ganar dinero sino que además va a poner más de 4 millones de euros de su bolsillo para prestar el servicio, y nos preguntamos ¿alguien se puede creer eso?”

Para el Grupo de IU, aunque conste en el contrato que se firme con la empresa, que la diferencia de 369.511 euros correspondiente al billetaje, es a su riesgo y ventura, o se fije un calendario para intentar asegurar el cumplimiento de las mejoras y un cuadro de sanciones en caso de que no se ejecuten, si el servicio es inviable económicamente, al final lo acabará pagando de una u otra manera el Ayuntamiento y la ciudadanía de Guadalajara.

“Si la empresa tiene pérdidas de esa envergadura sobre el papel y no explica como las va a enjugar, no hay cláusula de contrato alguno que resuelva eso y en algún momento tendrá que dejar de pagar a alguien, lo que generará conflictos que repercutirán en la calidad del servicio o se dejarán de realizar las mejoras, para poder continuar con el servicio” ha asegurado Maximiliano.

El edil de Izquierda Unida ha justificado su desconfianza hacia la capacidad del Equipo de Gobierno de forzar el cumplimiento de los contratos “porque ya estamos acostumbrados a que las empresas incumplan y el PP no exija, no tenemos más que repasar algunos casos como la ayuda a domicilio, la zona azul, la limpieza de edificios, los jardines o el más flagrante de GUADALAGUA, que continúa sin ingresar el canon”.

Para IU es esta falta de control y de exigencia por parte del Ayuntamiento la que lleva a las empresas, en este caso a ALSA, a presentar una oferta con pérdidas, “ya que saben que al final no harán todo lo que han prometido”, “porque si no la única explicación es que los costes de explotación reflejados por la empresa no son los reales, o dicho de otra manera, a la empresa hay cosas que le cuestan menos de lo que dicen”.

“Estamos convencidos que la adjudicación en estas condiciones va a ocasionar problemas en un futuro próximo, a no ser que se incrementen los ingresos de una manera importante, lo que con las carencias con las que nace el nuevo servicio de autobuses que se pondrá en marcha en abril, no parece probable” asegura Maximiliano, para el que con esta adjudicación nos encontramos con que “al déficit social que tiene el nuevo servicio consecuencia de los recortes, hay que añadir la insostenibilidad económica derivada de la oferta de la empresa adjudicataria” ha finalizado.