El Coro del Otoño Universitario abrió emocionalmente la Navidad seguntina

Los cinco villancicos finales, cada uno en un idioma diferente, fueron magníficamente interpretados por la coral de cuarenta y cinco voces unida.

Pertenecían a las alumnas y alumno del curso de Canto Coral que ponía en marcha en octubre la iniciativa Otoño Universitario de la ciudad con la colaboración del Ayuntamiento de Sigüenza y de la Diputación Provincial, y con el patrocinio de Font Vella. Naturalmente, escucharon un sonoro aplauso final, premiando el esfuerzo que han llevado a cabo en los últimos meses de la mano de la profesora, ayer también directora, que además del público, recibió el calor de sus alumnos en forma de un ramo de flores en reconocimiento de su entrega a la causa.

“Los alumnos han puesto una ilusión tremenda al coro. Tenemos los mimbres para seguir adelante”, decía conmovida la directora al término de la interpretación. La cronista oficial de la ciudad, Pilar Martínez Taboada, presente en el concierto ayer, le deseó al coro los mismos éxitos que en su día obtuvo “el Orfeón Donceli”.

La acústica de la Iglesia de Santiago acabó por redondear una actuación emotiva, como todas las convocatorias que ha acogido desde su reapertura. La última canción, que el público asistente fue invitado a compartir, fue, como correspondía a la ocasión, el himno universitario por excelencia, el “Gaudeamus igitur”.

Diplomas
Al terminar el concierto, los alumnos de los dos cursos, de Biodiversidad y Canto, que le han dado cuerpo al Otoño Universitario, recibieron sus diplomas acreditativos de manos de Pilar Martinez Taboada; Elena Guijarro, presidenta de la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago; Gloria de las Heras, presidenta de la Fundación Ciudad de Sigüenza; Javier Bussons, coordinador de los cursos, y del alcalde de la ciudad, José Manuel Latre. Antes de entregar las gradúas, regidor calificó de “éxito” la iniciativa, y animó a “la continuidad” para lo que ofreció de nuevo “la colaboración del Ayuntamiento”, dijo.

Los directores de los cursos han sido Julio Alvarez y Andrada Apolzán. El de Biodiversidad, que han seguido quince alumnos, repasó los grandes paisajes de la tierra, desde la tundra hasta los trópicos, pasando por todos los ecosistemas templados. De cada bioma, los alumnos han repasado flora, fauna, las poblaciones humanas originarias de cada uno y su estado actual de conservación. Como actividad “extraescolar”, los alumnos hicieron una excursión al jardín botánico, y otra el Museo del Prado, con el objeto de comprobar cómo a lo largo de la historia del arte los pintores habían retratado el paisaje de sus culturas de origen.

Las enesñanzas de Andrada Apolzán, ayudante de dirección del Coro de la Universidad de Alcalá, comenzaron en octubre con lecciones teóricas sobre el instrumento, o sea, la voz humana, y cómo emplearlo de la manera más adecuada para sacarle el máximo partido. Después, de forma individual, la profesora analizó las voces y las posibilidades de cada una de ellas. Alumno por alumno, Andrada colocó cada timbre en su sitio. Como actividad extraescolar, sus alumnos, los dieciséis mencionados, acudieron en este caso por dos veces a ensayos de ópera en Madrid.