El Sigüenza logra su primera victoria lejos de La Salceda

El 0-1 llegaba en el minuto 8, a la salida de un córner, cuando un defensa trillano marraba el despeje golpeando al aire. El cuero le quedó franco a Quique Navarro que batió a Ricardo con un buen disparo. Se rehízo el Trillo y en el minuto 30, Jose hacía el empate a un gol, después de que Hugo Pérez y Bau tuvieran también ocasiones para hacer hecho el empate. El Sigüenza, bien plantado sobre el terreno de juego también tuvo sus ocasiones estirándose con mucho peligro. En una de ellas, a renglón seguido del gol, llegaba el 1-2 cuando Palafox, refrendando el buen partido que hizo el pasado domingo, recogía el rechace de una buena parada de Ricardo para gol. Los trillanos protestaron levemente el gol por posible fuera de juego.

En el comienzo de la segunda parte, el Trillo arriesgó con más efectivos arriba y encerró a los arlequinados en su área durante veinte minutos en los que bien pudo llegar el empate. Cesar Lozano reaccionó comenzando las rotaciones que le aportaron frescura a su equipo, consiguiendo salir de la presión. En los últimos minutos, el Trillo, agotado de intentarlo de todas las maneras posibles, pudo encajar algún gol más a la contra. De esta manera llegaba la primera victoria a domicilio en la temporada del Sigüenza.

La semana que viene el Trillo se enfrenta al Sporting Cabanillas B, en un partido difícil que los de Antonio Sancho afrontan con la ilusión de iniciar una racha ganadora, mientras que los seguntinos reciben en La Salceda al Hogar Alcarreño.

Categorías inferiores
Los cadetes empataron el sábado contra el Uceda a dos goles, pese a su desventaja física. Después saltaron al campo de La Salceda los alevines que jugaron contra el Guadalajara. Ganaron por goleada, 5-0, sólo han perdido un partido con el líder y están haciendo una temporada magnífica. Los juveniles perdieron sorprendentemente contra el Jadraque, un equipo que iba por detrás en la tabla, por 1-5. Empezaron marcando los visitantes, empató a renglón seguido el equipo arlequinado, para acabar encajando una goledada para olvidar que es una mancha en una temporada excelente.