La Opinión de Andrés Aberasturi
A.aberasturi
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
La macroeconomía es un misterio aun por resolver. Siempre me ha llamado la atención que en los debates en los que se manejan cifras nunca coincidan las de unos y las de otros. No se trata de sensaciones, impresiones o especulaciones más o menos teóricas sino de cantidades que deberían ser medibles y por tanto de difícil desacuerdo. Pues se ve que no. Aquí cada dos por tres nos enfrentamos a lo que ahora se llaman “lecturas” de unos mismos ajustes con resultados muy diferentes. SIGUE
Y así vemos como el Gobierno anuncia medidas y resultados que unos días después Bruselas corrige mientras el FMI (por ejemplo) va por libre y no coincide ni con unos ni con otros. Se me dirá que los resultados de medidas y ajustes no pueden ser nunca una ciencia exacta y que se trata más bien de una expectativa que la RAE define como” la posibilidad razonable de que algo suceda”. Pero el problema aquí y ahora es que las expectativas de unos y otros inciden directamente en nuestra vida cotidiana que empieza a ser extremadamente dura. Sólo por eso ya estaríamos legitimados para dudar de la veracidad y reclamar más trasparencia de lo que se hace con nuestro dinero.
Pero es que sin llegar a Bruselas, se disparan todas las alarmas cuando el Gobierno anuncia recortes en las ayudas a la dependencia porque si el Ejecutivo logra su objetivo de ahorrar 1.108 millones de euros en este terreno según anuncia en su propia web, habrá recortado más de lo que presupuestó gastar que eran 1.087,18 millones de euros.
Imagino -y exijo- que habrá alguna macro-explicación a esta contradicción disparatada, pero mosquea que en una partida tan sensible el resultado final sea que se va a ahorrar más dinero del que se había presupuestado. Una de tres: o nos engañan, o no se explican, o la protección a la dependencia ha tocado a su fin.
a.aberasturi