Sigüenza llora la pérdida del cocinero Santos García Verdes

Ayer, al filo de las 17:45 horas, salía del Tanatorio de Sigüenza el coche fúnebre con el cuerpo del cocinero seguntino. Desde esta mañana la ciudad lo había convertido en un mar de flores que mostraba abrumadoramente el duelo por su trágica pérdida. Los seguntinos pasaron ayer del estupor y la incredulidad al dolor, que se ha convertido hoy en un clamor. Varias decenas de coches lo seguían hasta la pedanía de Alcuneza, cuyas calles quedaron pequeñas para albergar el sentimiento que ha provocado su muerte. En la Iglesia de San Pedro no cabía un alfiler, de tal manera que había muchas más personas fuera que dentro. Una vez entró el cuerpo de Santos, comenzó a llover, como si el destino también lamentase con sus lágrimas el siniestro de ayer. Todos los presentes aguantaron estoicamente el chaparrón, mostrándole a Santos y a su familia el cariño que les tienen.

Ofició la ceremonia religiosa del funeral Oscar Ruíz, que destacó en su homilía la cercanía del muchacho, la pasión que le ponía a todo lo que hacía, sobre todo a la cocina, la sonrisa con la que todos los que le conocían le recuerdan, su generosidad y su humildad. Buena muestra de ella es que en cada uno de los concursos culinarios que ganó, siempre citó primero a sus compañeros, antes de disfrutar de su premio.

Al terminar la ceremonia los “Armaos” (de la Cofradía de la Veracruz y el Santo Sepulcro) de Sigüenza, según es la costumbre, llevaron el féretro a hombros desde la iglesia hasta el cementerio, puesto que Santos García Verdes formaba parte de este colectivo, como también lo hacía de muchos otros en la ciudad. Más de veinte compañeros, ataviados con el traje del entierro de Viernes Santo y la faja negra de luto, se relevaban en el trayecto hasta el camposanto, distante un kilómetro del templo y otro del restaurante La Granja de Alcuneza, que el propio cocinero había relanzado con su energía. De nuevo llovía con fuerza. Al terminar la ceremonia, todos los presentes, con lágrimas en los ojos, le han tributado un aplauso interminable.

El Ayuntamiento de Sigüenza lamenta profundamente su pérdida, se suma al dolor de la familia, así como también agradece al cocinero lo lejos que ha hecho llegar la gastronomía doncelina. Santos García Verdes ganó cinco de los seis concursos locales de pinchos medievales convocados en la ciudad (2008-2012), así como también había quedado campeón de la final del concurso que organiza anualmente la Red de Ciudades y Villas Medievales. Fue en Marvao (Portugal) en el año 2011. En el año 2012 otra de sus creaciones culinarias se llevó el premio pincho más original en Hondarribia. Descanse en paz.