Nada es gratis

Es posible que fuese porque recordé el titular “unas 50.000 fotovoltaicas están al borde del concurso tras la disminución en las tarifas”. El Gobierno las ha reducido, principalmente a las energías renovables, que dependían de las subvenciones para su viabilidad. Esto provocará dificultades de solvencia para estas empresas.

Si un Gobierno quiere incentivar una energías caras (las renovables), termina creando un sector subvencionado. Esto significa un déficit continuo. Si llega el momento en que no se puede mantener, hay que suprimir las subvenciones. Entonces, se conduce a la quiebra a ese sector.

Es decir, todo tiene consecuencias. Es lo que significa, desde un punto de vista, la frase “nada es gratis”.

Por otro lado, el Gobierno ha quitado la obligatoriedad de las cuotas de las empresas a las Cámaras de Comercio. Sin entrar en la bondad o maldad de esta medida, esto provocará la disminución radical de los ingresos de las Cámaras, lo que a su vez provocará los despidos e impagos que conlleve. Esto tampoco saldrá gratis.

M ientras sonaba
‘Highway to Hell’, recordé que el fondo de reserva de la Seguridad Social de España tiene el 88% de sus inversiones en deuda pública española. Es decir, nos compramos nuestra propia deuda pública (esto estaría prohibido en el mundo de las empresas privadas). El resto ha ido a parar a emisiones de la zona del euro y ni un céntimo a otras regiones financieras. Tal concentración de riesgo está fuera de cualquier criterio de prudencia mínimo. Si finalmente hay países europeos que suspendan pagos de una u otra manera, tampoco nos saldrá gratis.

H ay algunos temas más complejos. La edad de jubilación subirá a los 67 años y, además, cambiarán el método de cálculo para que las pensiones se rebajen. Recordemos que España lleva siendo el país del mundo con menor natalidad durante muchos años. Llegamos a la conclusión que el tener pocos hijos no es gratis. Aunque tener muchos tampoco lo es.

Lo que sí parece que es gratis son los desmanes realizados por algunas entidades financieras (no todas). Tienen la suerte de ser un sector estratégico. Ninguna quiebra. Simplemente se les obliga a fusionarse. A nivel personal, se prejubilan, enviándoles a su casa sin trabajar y pagándoles la mayor parte del sueldo.

E n estos momento sonaba ‘Hell ain’t a bad place to be’. El disco se terminó. Lo cambié. Terminé el viaje escuchando a sus Satánicas Majestades. Todo sea por mimetizarme con el entorno. En el viaje de vuelta, escuché tangos. ¡Cuánta pena y melancolía destilan!◆