Máximo y sus lágrimas

En teoría, solo en teoría, es el máximo representante del Ejecutivo de Zapatero en la región y esta semana los periodistas de Guadalajara le han vuelto a dejar con las vergüenzas al aire. Preguntado por tres proyectos vitales para esta provincia (Autovía de la Alcarria, la conversión de la carretera de Molina de Aragón en autovía y el conflicto de la vía de servicio de Torija) reconoció no tener ni pajolera idea. ¡Cómo si el Gobierno de Zapatero tuviera tantos proyectos en Guadalajara! Este es el encargado de coordinar la seguridad en nuestra provincia… ¡Estamos apañaos! Y es al que, se supone, deben recurrir los vecinos de Hontoba y de tantos y tantos pueblos que están sufriendo desde hace meses una auténtica oleada de robos. Dicho queda. El caso es que minutos antes de ponerme a escribir me he encontrado con Magdalena Valerio y hemos charlado unos minutos de su candidatura. La lista es sorprendente, que no rompedora como me apunta gente de su equipo. Tampoco nos vamos a pasar. Más que nada porque a la solista, que ya dije la semana pasada que es lo mejor que tiene el PSOE, le acompaña un mal concertino que desafina en todos los conciertos. Además, tras la purga que ha hecho en el resto de la orquesta, dentro de su propia casa han comenzado a afilarse demasiadas guadañas. Y los enemigos de dentro son siempre más fieros que los de fuera. ◆