Entrando en el verano

La tirria que le tienen los ingleses a Europa (o, mejor dicho, a la Unión Europea) es explicable desde su punto de vista. Ellos no quieren que la UE siga aglutinando poderes que, como no puede ser de otra manera, se los quita a los países. Los ingleses quieren regirse ellos mismos. No quieren que sus normas se las impongan desde otros países. Y esto es muy entendible.

Entraron en la Comunidad Económica Europea motu proprio por las ventajas indudables de una zona comercial integrada, pero la CEE se ha convertido mayoritariamente en la Eurozona, con una política monetaria única, una política fiscal que avanza hacia la coordinación, y una facilidad para emitir normativa de obligatorio cumplimiento sobre casi todo que abruma. El Reino Unido está de retirada, y yo lo comprendo. Juncker es favorable a incrementar los poderes de la UE, y UK está en contra.

Sin embargo, a nosotros (España) nos conviene que la UE esté cada vez más integrada. Nosotros entramos en la Eurozona, y desde entonces lo mejor que nos puede pasar es que ésta se comporte como si fuera un solo país. Igual que los Estados Unidos es una unión de estados, la UE debería funcionar como un solo Estado compuesto de diferentes países. Esto debería dar paso en el medio plazo a mayores transferencias de rentas, emisión de eurobonos, etc.

Yo tengo muchas dudas sobre que lleguemos a esto, y ni siquiera hubiera entrado en el Euro. Pero, sin duda, una vez dentro de la Eurozona, Juncker y sus mayores poderes para Europa es el único camino.

Otros temas que leo es que el ministro de Hacienda alemán, Wolfgang Schäuble dice que “es mejor invertir en investigación e innovación que hacerlo en hormigón”, explicando que la barrera de invertir el 3% del PIB en I+D+I es innegociable en su país y es uno de los puntos estratégicos de la canciller Merkel. Efectivamente, los países avanzados, y más si comparten política económica, sólo mejorarán su economía a través de incrementos de competitividad (el competir con base en disminuir los costes salariales no es mi ideal, ni el de nadie). Y esto se logra con investigación y desarrollo.

Sólo así se explica cómo Alemania, con unos costes salariales tan altos, es el mayor exportador de Europa. Un trabajador que cobra 3.000 Euros produce 10.000 Euros gracias a la tecnología. Y esto es mejor que un trabajador que cobra 1.000 Euros y produce 1.500 Euros.