Especial Semana Santa
Un visitante en la Semana Santa de Sevilla
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
Sin duda alguna, uno de los momentos cumbres de este visitante en la Semana Santa es contemplar el discurrir de la Cofradía del Valle. Parece la vista el sentido mas adecuado para llegar al corazón, pero de esta Cofradía me gustan los sonidos: los niños cantores del paso de la Coronación, los rezos de los costaleros bajo el de la Verónica, y como no, cuando se acerca, impresionante siempre, la Virgen del Valle, intuir en la lejanía los primeros sones de su marcha, esos dramáticos “picos” que introducen la mas bella melodía que se puede escuchar por estos días.
En esta Hermandad este año se cumple una efeméride que puede pasar desapercibida dentro del baile de aniversarios en que nos vemos sumergidos. Se cumplen 100 años de la hechura de las imágenes secundarias del misterio de la Coronación, obra del escultor Joaquín Bilbao, bajo la dirección de Muñoz y Pavón.
Quizás eclipsado por su hermano, el pintor costumbrista Gonzalo Bilbao (todos tenemos en la retina su cuadro “Las Cigarreras”), parece justo darle el sitio que se merece dentro de los artistas locales. Joaquín fue discípulo del malogrado Antonio Susillo, quien nos dejara su más bello recuerdo en las manos de la Amargura. Tras la muerte de éste, complementó su carrera viajando por Francia y otros países de Europa, donde el referente en la escultura era Auguste Rodin. Fue un artista de un estilo
naturalista, muy polifacético, cultivando distintas artes. No obstante destacó como escultor con obras con el Rey San Fernando de la Plaza Nueva, o el grupo escultórico del apostolado de la puerta de la Asunción de la Catedral. Incluso colaboró con Talavera Heredia en aspectos de la transformación urbanística de La Ciudad (como la Plaza del Triunfo), del primer tercio del siglo XX.
De su vertiente de imaginero solo tenemos dos referentes en nuestra Semana Santa. El primero fue un Cristo Atado a la Columna de Las Cigarreras, y el segundo este misterio de la Coronación. Quizás el episodio con el Cristo de Atado a la Columna, sustituido por el actual de Francisco Buiza, terminó por eclipsar la figura de este artista. No son quizás sus formas las que mas encajen con ese “estilo sevillano” que tiene el don de tocar,sin excesivo criterio, a determinadas obras dándoles el beneplácito del sentir popular. Mas al contrario, sus formas beben mas de otras corrientes externas, que evitan ese viciado “barroquismo sevillano”que tras retroalimentarse una y otra vez a base de copias acaba viciado,conformando una especie de “horror vacui” falto de contenido. No es de extrañar que no acabara triunfando. En el misterio de la Coronación pueden apreciarse influencias expresionistas algo alejadas de las corrientes regionalistas-costumbristas que reinaban por entonces.
Abrir la mente por entonces viajando por Centro Europa sería algo definitivo en este estilo, entrar en contacto tanto con los grandes maestros, como con las nuevas vanguardias. Quizás de alguna de sus visitas al Louvre se quedó marcado por la impresionante pintura de Tiziano “La Coronación de Espinas”. A este visitante desde luego fue lo primero que se le vino a la mente al contemplarlo (por curiosidad, se encuentra en la misma sala que la Mona Lisa, a escasos metros).
Es una obra, una más, que pasa desapercibida dentro de la vorágine de patrimonio que compone nuestra Semana Santa. Lo cuál la hace más grande, al dar esa posibilidad de descubrir pequeños tesoros y, por qué no decirlo, la Historia que está detrás de ellos. Dudo mucho que cualquier medio de información cofrade trate esta Cuaresma sobre Joaquín Bilbao. Eso si, dentro de tres jueves, cuando presenciemos ese regalo para los sentidos y el corazón que es contemplar la cofradía del Valle, a medida que empiecen a intuirse la voz de los niños cantores, a vislumbrarse el reflejo de los “espejitos” y, entre una nube de incienso, se nos aparezca el misterio de la Coronación, será cuando entendamos que la ciudad le esta rindiendo su merecido y particular homenaje todos los Jueves Santos desde hace 100 años.
Fdo.:José Manuel Martín García
Un visitante en la SEMANA SANTA en SEVILLA