Un comportamiento que ha constituye una "actitud impropia" de cualquier demócrata y representante público. La portavoz del Grupo Socialista en la Institución Provincial, María Antonia Pérez León, protagonizó ayer una de las escenas más lamentables de cuantas se hayan vivido en el salón de plenos de la Diputación de Guadalajara. Pérez León se dirigió al vicepresidente de la Institución llamándole "capo de la mafia" al tiempo que reiteró, una y otra vez, y pese a las llamadas al orden por parte de la presidenta, que era un "sinvergüenza".
La presidenta de la Diputación tuvo que llamarla al orden hasta por tres veces viéndose obligada a expulsarla del Pleno a lo que la ex presidenta hizo caso omiso y, "con una actitud desafiante a la que ya nos tiene acostumbrados, se negó a cumplir las más elementales normas que rigen el funcionamiento del pleno, que no son otras que la normativa de régimen local y el mismo Reglamento de la Diputación". Además, se permitió la licencia de seguir acusando al vicepresidente, "lanzando injurias y calumnias sin prueba alguna y gratuitamente, sembrando sospechas sobre su persona, en uno de los debates más importantes de todo el mandato y con una actitud impensable en cualquier otro presidente de la Diputación, desmereciendo a quienes la representamos y la han representado en sus 201 años de historia".
Se trataba de la aprobación del nuevo Servicio Provincial de Recogida y Tratamiento de Residuos que se pondrá en marcha próximamente y al que se han sumado inicialmente más de 60 municipios. "Mientras el equipo de Gobierno trabaja por la mejora en la prestación de los servicios en nuestra provincia, la portavoz socialista se dedica a poner palos en las ruedas y a liderar una oposición obstruccionista hacia todo lo que sea bueno para nuestros pueblos y nuestros vecinos", han recalcado desde el Grupo Popular.
"Esta actitud de la portavoz socialista se califica por sí sóla, viene siendo permanente desde el comienzo del mandado y no ha sido corregida desde que perdió las elecciones y los ciudadanos la enviaron al banquillo de la oposición".
Pérez León se califica sola y deberá probar todas y cada uno de las insidias que profirió dando muestra evidente de un nerviosismo y estado de histeria impropios, que prueba el poco o nulo apoyo por parte siquiera de sus propios compañeros, uno de los cuales, quien tuviera una de las responsabilidades más importantes durante el anterior mandato, ha presentado reciente su dimisión.
Por todo ello, y por esta actitud antidemocrática, indigna e impropia de quien ha sido la máxima responsable de la Diputación, y que solo contribuye al desprestigio de las Instituciones ante los ciudadanos, el Grupo Popular ha pedido la dimisión de Pérez León, porque la Diputación Provincial y su trayectoria "no se merecen que una persona así ocupe ni un minuto más un sillón en una Institución democrática y ejemplar a lo largo de más de dos siglos de historia".