Para mi amiga Toñi

Desde hace ya más de un año, una cruel enfermedad nos fue dejando poco a poco sin tu sonrisa, tu buen humor, tus muestras de cariño, y como si un muro invisible te envolviera te fuiste alejando sin hacer ruido, con un silencio que nos hería en lo profundo de nuestro corazón y nos hacía sentirnos impotentes ante tu desgracia. El día 1 de Junio nos dejaste definitivamente. Nada pudimos hacer por retenerte, ni la esperanza de que algo cambiase y volvieras a nosotras, ni nuestro cariño más profundo. Y ahora, que ya no estás, algo se ha muerto dentro de nosotras; nuestra infancia compartida, nuestra juventud llena de risas y complicidades, y una madurez en la que se afianzan los sentimientos que nacen de una buena amistad. La vida que nos ha tocado vivir, en su largo caminar, nos ha dejado tantos y tantos recuerdos, a los que nos tendremos que agarrar para que tu ausencia no sea tan dolorosa.

Ahora, cuando todo sigue tendremos que asimilar tu pérdida. Tu familia, tus amigos, viviremos con tu recuerdo, y yo desde donde quieras que estés te llevaré siempre conmigo.

Tu amiga Marisa