La perrita, de nombre Trouble, a la que la multimillonaria Leona Helmsley dejó una herencia de doce millones de dólares, ha muerto a los doce años de edad y ha sido incinerada, según un comunicado del fideicomiso que gestiona el legado de la magnate inmobiliaria.Esta perrita maltesa blanca se convirtió en una rica heredera cuando Helmsley, conocida como la "Cruella de Vil" de Nueva York, murió en 2007 a los 87 años. Poco después, Trouble se retiró a Florida, como hacen muchos estadounidenses, donde residía en el hotel Helmsley Sandcastle, de la localidad de Sarasota, bajo los cuidados del director general del establecimiento, Carl Lekic.