Los APIs acusan a los Bancos y Cajas de Ahorros
¡Vete, que me robas los clientes!
Por
María Luisa de la Mancha
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:14h
No, no es lo que parece. No es una discusión entre dos meretrices en la calle de la Ballesta por un disputado cliente. No, no es lo que parece, pero casi. Los promotores e inmobiliarias acusan a las entidades financieras de quitarles a sus clientes cuando éstos solicitan una hipoteca. Como lo están leyendo. La vida misma. “El banco nos roba los clientes. No es el primero ni el segundo ni el tercer caso. Pero nadie se atreve a denunciarlo públicamente porque son los que tienen el dinero". Una tras otra, la denuncia se repite. "Me han robado un cliente que quería comprarse un piso". Esta es la queja y la denuncia que promotores y agentes inmobiliarios (los famoso APIs) se encuentran a diario. "Se trata claramente de un caso de competencia desleal que está agravando aún más la crisis que sufrimos", critica el vicepresidente de la Asociación Empresarial de Gestión Inmobiliaria (AEGI), Juan Manuel Martínez.
Hasta este momento, sus denuncias han caído en saco rato y, según AEGI, "el Gobierno no está haciendo nada para evitarlo. Es hora de que se tomen medidas serias", dice con los datos de la tragedia sobre la mesa: 20.000 agencias inmobiliarias cerradas y más de 100.000 empleos destruidos. Sólo en Guadalajara en los dos últimos años han cerrado el 60% de las inmobiliarias. Y es que la crisis hace verdaderos estragos. “Vete, que me quitas los clientes”., le dice los promotores a los bancos. Vivir para ver, la picaresca y la supervivencia no tienen límites. SIGUE
La secuencia de los hechos es siempre la misma y la banca deniega créditos a los ciudadanos pero, acto seguido, les ofrece financiación para la compra de viviendas que tienen en cartera procedentes en su gran mayoría de embargos.
Un ejemplo: una pareja acude junto a un agente inmobiliario o un promotor a una entidad bancaria con el objetivo de negociar una hipoteca para la compra de un piso. Los dos trabajan y tienen ahorrado más del 33 por ciento del total que se les pide, pero la operación es denegada para disgusto de la pareja y, por supuesto, del agente intermediario.
Sin embargo, poco después esta misma pareja recibe una llamada de esta entidad ofreciéndole financiar al cien por ciento y con hipotecas a más de 40 años, aunque su renta sigue siendo la misma que días antes. Sin ningún reparo. Lo dicho, vivir para ver.